Sin señal

Nuestro cerebro no es como el resto de los órganos del cuerpo humano, no tiene un funcionamiento homogéneo y constante, sino que fluctúa y falla. Incorporar hábitos saludables favoreceremos el funcionamiento equilibrado. Para esto es necesaria la organización, un orden lógico para realizar actividades de modo coherente y reducir de ese modo el exceso de stress, además de distribuir el tiempo necesario para su realización.

Social networks. Friends texting on their smartphones

Social networks. Friends texting on their smartphones

Se han caído las llamadas redes sociales y nos ha puesto frente a los verdaderos vínculos que conforman nuestras redes, los familiares, amistades y relación laborales que aún sin wathsapp, facebook e Instagram continuaron allí, en presencial, mensaje de texto, mail o llamada para confirmar que estábamos bien.

Mientras algunos sentimos la liberación de una jaula cibernética, otras personas han sentido un enorme vacío de frente al aburrimiento. El aburrimiento ha tenido desde siempre muy mala fama en nuestra sociedad: mientras creemos que nos aburrimos por falta de tareas o actividades, ya sean obligatorias o por elección, en realidad nos ocurre cuando nos faltan estímulos motivacionales o cuando hay una obstrucción para realizar alguna tarea que deseamos; entonces lo que nos falta es aunque sea, una pequeña dosis de dopamina. 

Man using cellphone, renting bicycle on mobile app

Sin embargo, el sentirnos aburridos nos brinda posibilidades de ocio y de creatividad si nos permitimos el llamado “vagabundeo mental”, que nos posibilita viajar con nuestra mente a otros tiempos u espacios, crear realidades alternativas, repensar situaciones y hasta tomar nuevas perspectivas para la resolución de circunstancias y el manejo de nuestras conductas. 

Si bien este vagabundeo mental que nos trae el aburrimiento, disminuye nuestra productividad dirigida, potencia nuestras capacidades cognitivas. Regresando a nuestra vida cotidiana como esclavos de la tecnología.

Los celulares han avanzado sobre la vida de forma sutil e incansable, disminuyendo nuestras capacidades para vincularnos, para aprender, incorporar y recuperar información de nuestra memoria, debido a que actualmente en todas estas actividades interviene la tecnología que estos aparatos nos ofrecen.

He aquí su contradicción, aparatos creados para ampliar nuestras capacidades han nublado cada una de ellas. La memoria requiere de ejercitación, para la incorporación de nuevos conocimientos y aprendizajes requerimos pensarlos e incorporarlos, sin embargo, es más sencillo acceder desde un dispositivo móvil de manera esporádica. Lo mismo ocurre con los vínculos interpersonales, actualmente mediados por la tecnología y las redes virtuales.

Previo al desarrollo cibernético que hoy conocemos, las relaciones se establecían en redes concretas del ámbito cotidiano, esto se ha ido ampliando de modo exponencial generando formas más fluctuantes y superficiales, un poco por la amplitud  y otro poco por las distancias. Nuestro cerebro no está capacitado para mantener 5000 amistades o expresarse a través de 240 caracteres. 

Si bien somos seres seres sociales con capacidades neurobiológicas para ello, no podemos interiorizar la información de Miles de personas, pero ello no impide que Miles de personas incorporen a uno o algunos. Los denominados influencers son el reflejo de este nuevo modo de relación social en el que una de las partes está completamente expuesta y es sumamente conocida por sus “seguidores” o “amigos” mientras que él poco o nada sabe de la contraparte. 

Y un día los sistemas colapsan, como colapsa un cerebro sobrecargado de estímulos que no puede procesar de manera equilibrada, entonces solo se resguardará lo verdaderamente importante para la supervivencia. Esta metáfora ha graficado en este acontecer lo que viene ocurriendo desde hace años. Claro está que la pandemia mundial del covid también ha cambiado las reglas del juego, la virtualidad se volvió necesaria para nuestra supervivencia y fue un alivio para conectarnos con nuestros seres queridos acortando distancias y tiempos.

Social Media Networking Internet Connection Concept

Aunque no gratuitamente: El trabajo, el estudio, los encuentros, todo virtualizado nos ha generado un agotamiento mental debido a la imposibilidad de desconectarnos. El celular nos convierte en “siempre disponibles” los mensajes, los mails, los llamados, las redes, están a toda hora, por lo que no nos permite recuperarnos nunca de las exigencias energéticas mentales y físicas a las que estamos expuestos. 

Si vemos un programa de tv, una película, una serie, tiene un tiempo de duración, pero con las redes sociales no ocurre lo mismo, siempre hay más y nuestro cerebro que es sumamente atraído por la novedad y motivado por la curiosidad, nos impulsará siempre a un poco más, poco tiempo destinamos al ocio, aunque creamos que es una forma de ello y poco podremos concentrarnos en una tarea específica.

La versatilidad de las funciones de los teléfonos celulares generan un nivel elevado de agotamiento y estrés. Si quisiéramos estudiar nos resultaría una excelente herramienta, sin embargo, también habilita otras funciones que interrumpen esta tarea, que no ocurriría con un libro, y esto genera mucho más cansancio. Además para “descansar” dejamos de estudiar y buceamos nuevamente en la cibernética. 

No logramos a lo largo del día, ni de la noche, reponer el enorme gasto energético que genera estar permanentemente atentos al celular. Cómo vemos, estos aparatitos sumamente necesarios y beneficiosos para muchas actividades deben, como todo en la vida, ser equilibrados. Sería ideal poder implementar horarios tanto para su utilización de trabajo y estudio, como para el de comunicación y ocio en redes sociales virtuales. 

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