Las nuevas tecnologías expanden la capacidad de recibir e enviar información en lo que se dio a llamar” interconexión del mundo globalizado”. Este espectro de mercado que consume contenidos, es tan amplio como diverso, allí se impone el primer ´problema, la selección de aquello a lo que vamos a tomar como verosímil y que no. El abanico de información es arrollador ya que la tecnología se ha invadido cada casa, haciendo de cada persona un potencial emisor de contenidos, lo que dificulta la selección de aquello a lo que el periodista puede considerar verosímil .
La dificultad es saber si el contexto en que interpretamos dichos datos es el adecuado o si estamos al tanto de realidades, que nos son lejanas y que en esta globalización están a una mirada de la pantalla de una computadora. Esta tarea exige capacitación, tanto sea tecnológica, para utilizar adecuadamente los medios, como cultural para imponer algún rigor metodológico a nuestro trabajo, y darle una interpretación adecuada. Los medios de información son empresas que consumen esta tecnología y se ven obligados por motu propio a estar al día de novedades y avances, eso crea una dependencia con las industrias informáticas, dejando cada vez más corta la calle hacia la libertad de contenidos.
La formación profesional:
El común de la gente accede a un discurso parcial o fragmentado de los hechos, sin la exigencia de una comprobación de las fuentes y del rigor profesional con que se han estudiado. Miles de datos que circulan en esta red global, tienen escasa verosimilitud. Para establecerse como un periodista profesional y poder ser un filtro o un prisma de desglose esta cantidad de información en ideas constitutivas de relatos, claros, enriquecedores y formadores del colectivo social.
Es fundamental saber y entender que estamos leyendo .Descifrar los códigos culturales desde donde vienen los hechos y también tener en cuenta los de posibles receptores a quienes transmitírselos, esa es básicamente la nueva tarea periodística.
Esta exigencia hace la diferencia entre la lectura de un simple consumidor de información medios, sea digitales o de algún otro formato, y un profesional, quien debe encontrar un equilibrio entre aquello que le es dado y aquello que él da. La tarea es por lo tanto capacitarse para entender realidades y contextos culturales diferentes, con una mirada que siempre incorpores al tejido social al que nos dirigimos. Esa capacitación implica dedicación, tiempo y dinero, todo esto es algo que la rapidez informativa y laboral, hoy en día casi no permite
La Ética que proponen los medios.
El problema de la ética es básico, ya que la que nos proponen los medios es básicamente nula .El concepto es básicamente el de una empresa que vende un producto, los bienes culturales son mercancías de intercambio comercial, por lo que solo aquello que genere expectativas de mayor consumo, será lo que el medio persiga.
La tarea del periodista
Nuestra tarea es reconocernos como parte importante de un tejido social dinámico, al que le damos pautas de aquello que informamos .La responsabilidad de saber que es inmoral para un lugar y que es ilícito para una legislación, nos obliga a seleccionar desde una mirada ética y moral que respete y reconozca a rajatabla, diferentes derechos ya adquiridos y conductas tomadas como legales en lugares a los que solo conocemos de reojo y que casi que no internalizamos como un todo. Sociedades que han construido sus propios parámetros del bien y el mal, de lo justo e injusto, de lo prohibido y permitido, respetando el devenir de su historia y no la nuestra, son las fuentes de información a escala global
Puntos de inflexión
Los derechos Humanos son básicamente un punto de inflexión, desde allí y solo allí, estamos con la libertad de emitir algún tipo de opinión subjetiva, que intente ser lo más contextualizada posible. La conducta ética es aquello que será fundante de una nueva relación entre medios y tejido social. Por lo que el conflicto será permanente entre la necesidad de los dueños de imponernos su mirada comercial y la nuestra, de reconocernos como parte de una cultura que intenta interpretar otra. Todo intenta darle un sentido a este dogma posmoderno de la globalización.
Solo sumar más datos no genera más saberes
Creemos que el conocer permite el crecimiento. El comparar realidades diferentes evapora las verdades absolutas. El imparable contenido de la red, fluye permitiendo crecimientos de uno y otro lado de la línea. El periodismo debe actuar como un contemporizador, como un intérprete sintáctico y sintagmático de todo aquello que circula. O como un simple niño que arma un rompecabezas con miles de figuras, que al estilo Picasso, esconden mucho más de lo que muestran