“Microalgas” producidas en laboratorios podrían acabar con el “Hambre”

El 14 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Energía, este se instituyó en 1949, con el objetivo de promover el uso de fuentes alternativas y disminuir el uso de las energías no renovables. 

La idea es crear conciencia en la sociedad de la importancia del uso racional de energía y de la obtención de las mismas por fuentes de energías limpias, que la naturaleza ofrece como la energía solar y el agua. Se calcula que, aproximadamente, el 80% de la energía se produce a partir de combustibles fósiles, y un 36% de ésta proviene del petróleo. Solo un 2% proviene de energías renovables.

Otro concepto incorporado recientemente es la relación existente entre el agua, la energía y la alimentación, sin descuidar la variable emisiones de CO2, todo esto englobado en una simple ecuación matemática que tiende a mantener el inestable equilibrio de nuestra naturaleza.

Desde de los “Centros de investigaciones en ciencias y tecnologías” (CIECYT), se planifican   estrategias para transformar la basura en energía limpia y alimentos, incorporando actores de la economía informal, además de la construcción de barrios sustentables

Centros de investigaciones en ciencias y tecnologías y el “hambre”

El ingeniero industrial Miguel Raduazzo, graduado en la UNLZ, creador del Centro de Investigación en Ciencia y Tecnología y oriundo de la localidad de Temperley en el sur del conurbano, nos explica el desarrollo de un condimento nutritivo derivado de Microalgas.

Este podría complementar nuestra ingesta diaria, aportando la cantidad de nutrientes suficientes y necesarios para tener una alimentación sana, y mejorar el funcionamiento de muchos de nuestros órganos vitales

Vacaciones con sorpresa

Miguel, explica con tono didáctico, característico de su tarea docente, que podemos extraer valor nutricional de las algas marinas y paliar el hambre en nuestro país o en donde se necesite.La historia comienza estando de vacaciones en Disney donde se contacto con personal de la NASA. No tenía otra expectativa que mostrarles su trabajo científico sobre el saneamiento del riachuelo, basado justamente en la utilización de estas mismas algas. Su sorpresa fue enorme cuando la agencia se comunicó a su hotel, para invitarlo a exponer dicho trabajo.

El poder de las Algas

La biorremediación es un proceso que utiliza microorganismos o plantas para que un ambiente contaminado reduzca los niveles de contaminación. Una microalga puede consumir para su crecimiento algunas sustancias presentes como contaminantes, y a la vez aportar oxígeno, a fin de que el agua se vuelva más “limpia”. Su proyecto apuesta sanear el riachuelo con la construcción de barcazas o lanchas a combustión a gas, sin generar residuos tóxicos, que lo crucen en varias oportunidades, oxigenando el caudal del rio a través de estas microalgas.

El zinc (Zn) es un metal pesado que puede llegar al río como parte de los efluentes luego de ser utilizado por la industria. Según la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, en la CABA y en el Gran Buenos Aires existen aproximadamente 600 talleres o empresas que realizan actividades que lo emplean y es uno de los metales pesados que mas suele aparecer.

Muchas trabajan de un modo informal, sin ser controladas por los organismos oficiales, y vierten sus efluentes al conducto cloacal y pluvial, sin un tratamiento adecuado. La propuesta había sido presentada a la Secretaría de Transporte y lamentablemente quedó trunca, como consecuencia de los escándalos por desvío de fondos que rodearon al juez Luis Armella, encargado de supervisar la limpieza de la cuenca.

Las Microalgas

Fueron estos mismos científicos de la agencia norteamericana que le sugirieron el uso de las “Microalgas” como alimento. La idea ya estaba desarrollada como base de la dieta de los astronautas desde los años sesenta. El interés de los Norteamericanos estaba puesto en el proyecto de producción de oxígeno, de forma natural, que Miguel desarrolló.

  “Las Microalgas son el remedio a un montón de problemas, comenzando por el nutricional.Tienen 200 veces más calcio que la leche y 300 veces más betacaroteno que las zanahorias. Es cambiar un paradigma contra la desnutrición y proponerse una verdadera política social para vencerla”.

Ahora lo que aquí se plantea no es desplazar nuestra comida por la ingesta de pastillas, se trata de utilizar a las Microalgas como un aderezo a las comidas habituales. Sería un aditivo para agregar o una grajea encapsulada para ingerir antes de comer. La idea es tener un complemento a nuestros alimentos, que aporte los nutrientes indispensables y en la cantidad necesaria para cada individuo.

«Nadie va a tomar unas pastillas si puede comer un buen choripán con chimichurri, ni va a reunir amigos a comer pastillas con un buen vinito, un domingo al lado de un fuego, que no tenga carne para asar. El hecho de incorporarlas seria por sus nutrientes y para depurar al organismo de la mala alimentación, ya que estimulan a los órganos a cumplir sus funciones al máximo de sus posibilidades”

Miguel tiene 55 años y trayectoria como docente en la Universidad de Lomas, trabajó también en una escuela parroquial donde convivió día a día con las necesidades de los vecinos más carenciados Esto lo impulsó a buscar desde su mirada científica, un paliativo real y posible al hambre de aquellos a los que veía  sufrir.

Así apostó al desarrollo de estas Microalgas. Esto se trata de un alimento que no solo contiene nutrientes, sino que inclusive mejora el funcionamiento de varios órganos vitales y fortalece el sistema inmunológico. Algo fundamental en este contexto mundial donde la pandemia se suma al dengue y a eternos bolsones de pobreza infantil.

Quizás se puede suponer que su elaboración es costosa, pero la misma “Microalga” tiene la ventaja de ser un organismo unicelular o sea que, una sola célula cumple todas las funciones y todo lo que produce es 100% digerible por el organismo humano:

“”El trigo tiene células que conforman la raíz, el tallo y las hojas, cumplen una función pero no se comen. Comemos solo el fruto, que conforma entre un 3% y un 10%, de todo ese proceso biológico. Los cereales son semestrales, desde que los plantas hasta que da el fruto, se demoran unos 6 meses aproximadamente, en cambio con las algas el proceso se reduce a 7 horas y en 24, podes duplicar la masa o el volumen total de la misma. De las algas se aprovecha el 100 %, todo es digerible por el organismo del hombre”

A pesar de todos los beneficios que acarrearía esta dieta, Raduazzo destacó ciertas oposiciones de los médicos. Muchos se muestran solo interesados en paliar determinadas afecciones y no erradicar problemas mayores de forma definitiva.

La Microalga con tan solo unos pocos gramos, estimula la eliminación del exceso de azúcar o colesterol mismo. Lo más importante es que produce saciedad, ya que todos los niveles se equilibran, generando una verdadera revolución en la conducta alimentaria. En un tiempo en que la obesidad muchas veces adictiva, es motorizada por la ansiedad y la sobreexposición de productos, que la misma industria alimenticia genera fomentado un consumo casi irracional y sin valor nutritivo

El reactor criollo

La puesta en marcha de este proyecto implicaría la construcción de un bio-reactor similar a los que se utilizan en la Estación Espacial Internacional, para procesar las algas. Dicha instalación implicaría una considerable inversión de dinero. Ante esta realidad, Miguel imaginó una solución a la argentina: un reactor criollo

“Remplazar la tecnología involucra incluir mucha mano de obra y hoy lo que estamos precisando es eso. No estamos contando con capitales como para comprar tecnología o invertir en ella pero sí tenemos disponible una gran cantidad de mano de obra calificada. Como en cierta forma el proceso es una sucesión de trabajos sencillos, podríamos incorporar una gran cantidad de personal”.

La puesta en marcha de este reactor “criollo”, traería otros beneficios. Se podrían utilizar como combustibles los residuos forestales y aprovechando el calor generado en este proceso, producir energía eléctrica, expandiendo aún más el valor económico del desarrollo

Las Microalgas frente a los cultivos tradicionales, como la soja y el trigo, poseen la ventaja que no utilizan grandes cantidades de agua dulce (un bien escaso y valioso), sino agua salada. Otro impacto es la posibilidad que este producto se convierta en un “commoditie” de alto valor en el mercado internacional, donde hoy una tonelada de Algas esta en 8000 dólares

Hambre

La provincia Actualmente Buenos Aires es la provincia con mayor cantidad de hogares en riesgo de alimentario con más de 3500 y concentra el 55 por ciento de los pobres. Ni hablar del norte del país, donde superar la etapa infantil, puede ser verdadero desafío. Aquí hay un camino que involucra a políticos y cualquier otra autoridad competente, a dar el primer paso.

“A mí me gusta comerme un buen asado, la Microalga podría actuar después de disfrutarlo, estimula mi riñón a depurar mi sangre y lo mismo con mi hígado, el sistema digestivo y el cardiovascular. Avisa a los órganos que hay elementos nocivos para que este los elimine. Lo hace con el colesterol, estimula al páncreas a producir insulina”

Es posible imaginar estas microalgas como un condimento para agregar a cualquier alimento. Sobre todo en el de chicos carenciados, tratando de compensar lo que les falta e intentar darles una alimentación más igualitaria en colegios y comederos populares. Esto podría ayudar a responder a las demandas de un mundo laboral y tecnológico, permitiendo un desarrollo cognitivo más igualitario y justo.

Contra el Covid-19

El ingeniero industrial graduado en la UNLZ y creador del Centro de Investigación en Ciencia y Tecnología, desarrolló también tres proyectos para combatir la pandemia del coronavirus. Uno de ellos son túneles esterilizantes al estilo de una “cortina de aire”, para espacios con una gran aglomeración de personas. Al cruzar por la misma, la persona queda esterilizada y se extermina cualquier posibilidad de contagio, si tenía el virus en la ropa o en el cuerpo.

Solo la mirada pequeña y sin proyección, de una sociedad que reconoce tener problemas de alimentación, puede hacer que se desaproveche esta oportunidad. La política debería asumir su rol de pensar un país a futuro y no solo socorrer las justificadas urgencias de una actualidad siempre demandante.

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