Tiburones hambrientos de tecnología
por Andrea Delfino
La red submarina de cables
Y sip, los tiburones existen, acechan, esperan, tienen paciencia, mucha paciencia… y cuando te descuidás… ZAS… te muerden el cable submarino.
Al menos esto pasaba allá lejos, lejos en el tiempo, en el siglo pasado… estoy hablando de la mordida al cable…
Hoy por hoy, según el último Submarine Cable Map 2023 realizado por Telegeography, existen 529 cables submarinos y 1.444 «aterrizajes» -o mejor dicho llegadas a puerto-, que están activos o en construcción.
Pero como siempre, todo tiene un principio… y si tiene mística de rebeldía mejor.
Cuenta la historia que el «padre de la fibra óptica» es Narindes Singh Kapany, un científico indio de religión sij, naturalizado estadounidense, quien enfrentó el paradigma de que la luz viaja en forma recta… y como una cosa trae la otra, de tanto ver cuanto podía moverse la luz… inventó la fibra óptica… y registró un centenar de patentes.
Puestos a trabajar en esta nueva tecnología, a mediados de la década de 1980, los cables de fibra óptica de larga distancia alcanzaron la etapa de factibilidad. Y fueron AT&T, France Telecom y British Telecom (cuando estas dos últimas eran aún empresas estatales) las que financiaron y condujeron el tendido del primer cable de fibra óptica intercontinental: el TAT-8, que pudo transportar el equivalente a 40.000 canales telefónicos; diez veces más que el TAT-7, que no era de fibra sino galvánico. Corría el año 1988. El TAT-8 fue «retirado» del lecho oceánico en el año 2002.
El tendido de cables siguió en la década del 90 y tuvo su momento de furor en los albores del nuevo siglo, de la mano de la expansión de eso llamado ADSL o «banda ancha».
Una vez más, la infraestructura crecía porque había una nueva demanda creada por las nuevas herramientas tecnológicas. Solo en el 2001 se instalaron y pusieron en funcionamiento 8 cables submarinos de fibra entre América del Norte y Europa, según publicó Nick Routley en Visual Capitalist (porque está bueno citar las fuentes).
Les dije que el informe de Telegeography fue financiado por Telecom Egypt? No? Bueno eso. Está bien dejar en claro quien paga las investigaciones.
Otro dato es que entre el 2001 y el año 2020 se tendieron más de 100 cables nuevos con un valor estimado de $14 mil millones de verdes billetes.
Ahora bien, aún cuando no eran los Gobiernos los más involucrados en la expansión de infraestructura, los cables submarinos de fibra óptica repitieron lo sucedido con la localización de los servidores.
¿De qué estoy hablando? Pues de que el territorio estadounidense fue, una vez más, el elegido para instalar los equipos, de modo tal que toda comunicación pase siempre por esa parte del planeta, ese punto del universo.
Así las cosas, según publicó Datacenterdynamics.com y cito «casi el 82% del ancho de banda interregional del mundo se conecta a Estados Unidos y Canadá», y aclara que ese porcentaje viene disminuyendo en los últimos años.
Asegura que el ancho de banda internacional utilizado por los operadores de red «casi se ha duplicado entre 2020 y 2022» (le gusta usar el casi… en fin) y «ahora ha alcanzado los 3,9 Pbps» (petabits por segundo).
Y todo esto porque, por estas latitudes, las autoridades regulatorias en Argentina aprobaron la operación por la cual Pontegaeda (con sus mejores ropas) adquiere el 40% de Telxius; de modo tal que la operación de cables submarinos queda en manos de Telefónica como principal accionista y doña Zara, o mejor dicho, Pantegaeda, en segundo lugar.
¿Y que nada digo de 5G? Ni siquiera vinculando la importancia de las capacidades de los cables submarinos, de cómo las empresas de contenidos desplegaron como estrategia el tendido de cables propios para no lidiar con las operadoras habituales?
Pues nada digo en ese sentido, pero sí hablo de 5G… pero a la uruguaya, porque por este lado el silencio es ensordecedor.
¿Qué pasó en Uruguay? Pues, que tanto Claro como Movistar plantearon quejas a la subasta de los bloques de espectro de 100 MHz. Y el eje de la discusión en el país más feliz de la región según el Informe Mundial de la Felicidad (ubicación de la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible, impulsada por los datos de la Encuesta Mundial de Gallup), es que se les fue la mano con el precio.
Es que Uruguay le puso US$ 28 millones a cada bloque, de los cuáles uno ya está reservado para Antel… que sigue siendo empresa estatal, cuando el mercado estimaba unos US$ 6 millones menos aproximadamente.
Alejandro Quiroga López, director regional de Claro, dijo en una entrevista al diario El País que la empresa presentará un recurso administrativo contra el pliego.
Al mismo diario Movistar le dijo que la subasta «no facilita» un «despliegue competitivo».
También la uruguaya Dedicado, según publicó Convergencia Latina «se siente excluida de la subasta del espectro para 5G por los requisitos impuestos por el MIEM», y que el pliego «favorece a las empresas multinacionales y significa una entrega a extranjeros de la soberanía del espectro radioeléctrico». Chan!
Soberanía, empresas multinacionales…?
Es que el pliego habilita a que se presenten empresas que no tienen licencia de telecomunicaciones móviles en Uruguay, pero tengan experiencia demostrable en el metié en al menos 2 (dos) países ya sean de América del Norte, Central o Sur o Europa….
Aja.. mirá vos.. qué empresa que opera en Argentina tiene actividad en otro, y sólo en uno, país de la región? Dicen que no lo harán. Lo que no quita que podrían hacerlo…
Fuente: www.telcosmedia.com.ar