Los Balcanes a sangre y fuego (5)

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Guerra en Bosnia 

La guerra en Bosnia provocó la obvia participación de los croatas, ya que al sur de dicha república existía una extensa minoría de compatriotas a defender (Herzegovina).En un principio la estrategia fue una alianza con los musulmanes, que formaban parte de la población y enfrentar la avanzada serbia. Consolidado este rechazo al invasor, su objetivo fue anexar los territorios ocupados por minorías croatas. Toda la lucha en esta república, en la cual conviven las diferentes etnias, fue extremadamente cruel y duró desde octubre de 1992 a febrero de 1994. Allí en el terreno, tanto croatas, serbios y los musulmanes de Bosnia, reclamaban diferentes porciones territoriales, que en muchas partes se superponen. Las presiones norteamericanas forzaron a croatas y musulmanes a sentarse y pactar entre ellos la formación de la Federación Bosnia-Herzegovina para enfrentar a los serbios. 

Bosnia fue un conflicto cuyos crímenes se arrastraron hasta constituir procesos del Tribunal Penal Internacional para Yugoslavia. Convertir una región plurinacional y diversa en un estado nación cohesionado, resultó imposible. La república de Bosnia-Herzegovina era considerada un ejemplo de lo que el socialismo yugoeslavo había logrado construir en cuanto a convivencia interétnica a principios de los 90.

El nacionalismo en la República de Bosnia-Herzegovina.

El mito de la convivencia se derrumbó estrepitosamente en las primeras elecciones multipartidistas (noviembre de 1990), cuando las fuerzas nacionalistas musulmanas, serbias y croatas, arrollaron a las opciones federalistas y socialistas, que bregaban por la continuación de la república federal yugoslava.

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El rechazo de la comunidad musulmana a los matrimonios mixtos, siempre había levantado desconfianzas entre las otras etnias que interpretaban esto como una mecánica de construcción, por medio de la natalidad y descendencia, de una futura mayoría en todo el territorio de la república. Estos temores se vieron confirmados en las elecciones, donde los musulmanes resultaron vencedores, por su peso demográfico y permitieron el ascenso al poder en las primeras elecciones multipartidarias del veterano islamista Alija Izetbegovic (noviembre 1990)

Las elecciones se definieron por el voto de los sectores nacionalistas y por el voto castigo contra los Comunistas de Bosnia, que tras décadas en el poder y apoyados en una gerontocracia, se fueron desgastando. Los partidos emergentes añadieron como ingrediente letal al tradicional cóctel, su etnicismo y una  debilidad a la hora de gobernar la república.

La diplomacia occidental no actuó con rapidez, fue errática. En principio abogó por omitir el conflicto, pero progresivamente se sintió más implicada a medida que este recrudece. En este cambio de opinión confluyeron varios intereses: consolidar el Nuevo Orden Mundial tras el derrumbe de la URSS y ayudar a los demócratas musulmanes y croatas (frente a los neocomunistas serbios) intentando evitar un choque de civilizaciones

Una tormentosa independencia a tres bandas

Conforme se fue vinculando e identificando Yugoslavia con Serbia, el gobierno en Bosnia de Alija Izetbegovic, abogó por crear un nuevo estado. El 1 de marzo de 1992, se convocó un referéndum respaldado por musulmanes y croatas. El resultado fue predecible y favorable a la idea de la independencia que fue declarada por su presidente. El 3 de marzo, el nuevo estado fue reconocido por la Unión Europea y los EE.UU, pero los serbios como en todos los anteriores conflictos que le precedieron a este, rechazaron la nueva situación y reclamaron el derecho de sus minorías en la región a unirse a su estado-nación.

Mapa político en la disputada Bosnia

Aun con un amplio reconocimiento de la comunidad internacional, la nueva nación era extremadamente débil e incapaz de ejercer el control sobre el territorio. Era una auténtica olla a presión sumida en el desorden y con divisiones étnicas que bregaban por destruirse mutuamente.

Los serbios rápidamente conformaron una entidad aparte, la República Sprska, mientras que los croatas comenzaron a perfilar al Sur una república similar. No tenían ningún problema en desconocer lo que de hecho no existía, la unidad territorial del nuevo estado, muy a pesar de su reconocimiento internacional.

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La ofensiva serbia se estrella en Sarajevo y se escapa a las montañas

Con la neutralidad croata garantizada, Serbia consideró que era el momento de tomar la iniciativa y desplazó a la zona a los soldados serbobosnios, conformando una motivada y preparada fuerza de 80000 soldados al mando del general Ratko Mladic. Esta fuerza fue financiada y controlada indirectamente desde Serbia por el improvisado Partido Democrático del psiquiatra Radovan Karadzic.

El objetivo serbio era ambicioso: lograr una amplia franja protectora que uniera los territorios serbios (Serbia, República Krajina en Croacia y República Sprska en Bosnia) y arrinconar a los musulmanes en una atestada área central y a la vez partir la ciudad de Sarajevo  salomónicamente en dos partes

La ofensiva comenzó a principios de abril, cuando grupos paramilitares serbios tomaron al asalto la estratégica localidad de Bijeljina. Allí se cometieron numerosos abusos y asesinatos de activistas musulmanes, produciéndose una limpieza étnica en las áreas fronterizas que generó un éxodo de refugiados hacia otros enclaves bosnios.

Marzo 1992

Paramilitares serbios masacraron a civiles en Bijeljina.

Mientras esto ocurría, la ciudad de Sarajevo estaba al borde del colapso, con los barrios serbios y musulmanes en manos de sus respectivas milicias. La amenaza de partición fue la chispa que provocó el incendió, cuando manifestantes que habían tomado el parlamento avanzaron sobre las oficinas del serbio Karadzic, hicieron su aparición los despiadados e incansables francotiradores abatiendo a seis de ellos. La policía del gobierno musulmán tomó rápidamente el control de la ciudad, mientras que los serbios huyeron rápidamente a las colinas adyacentes, donde permanecieron hostigando a la capital durante todo el resto del conflicto y provocando la indignación obligada de las potencias occidentales

Abril 1992

Comienza la pesadilla en la ciudad de Sarajevo

Las milicias serbias jugaron su peor carta y  terminaron  encallados en un desastroso asalto blindado sobre Sarajevo, los días 2-3 de mayo. El apoyo aéreo resultó insuficiente y los cuarteles generales del ejército terminaron rodeados, en medio de una ciudad lanzada a desplazarse .

Ante la imposibilidad de tomar Sarajevo, los serbios decidieron iniciar el largo y cruento asedio, tomando posiciones en las colinas adyacentes. Por su parte, la defensa de la ciudad quedó en manos de las milicias locales desorganizadas. La situación fue agravándose paulatinamente con un costo en bajas civiles que repercuten en los organismos internacionales.

Bosnia  estaba hundida en el caos más absoluto, había perdido buena parte de su territorio y eran las milicias quienes tenían el control sobre el terreno. Por supuesto, los asesinatos de prisioneros fueron de nuevo moneda corriente en ambos bandos.

La opinión pública occidental y la diplomacia internacional (Resolución 757), exigidas por la situación de asedio ininterrumpido a la desmoralizada población civil y las terribles condiciones  que la prensa pudo constatar en los campos de detención, tomaron partido finalmente y consideraron a los serbios los agresores. La larga sombra de la Segunda Guerra Mundial se extendía por el conflicto, todos los bandos acusaban de nazis a sus adversarios.

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La apuesta diplomática occidental era el Plan Vance-Owen, una solución que proponía dividir Bosnia en diez cantones étnicos, algo que favorecía a los croatas, pero perjudicaba a serbios y musulmanes. De todas maneras, el gobierno serbio de Milosevic aceptó, ya que de esta forma cerraba definitivamente el conflicto y aceptaba la oferta de la comunidad internacional de evitar las duras sanciones con las que se la amenazaba. 

Sin embargo, los serbobosnios, inmunes a las presiones internacionales y a los de su propia madre patria, se negaron a ceder los territorios que proponía el plan. Dirigidos por sus líderes Karazick y Mladic, en una tormentosa asamblea desconocieron al mismo Milósevic y quedaron expuestos y solos, ante la mirada de los organismos internacionales. 

Francotiradores despiadados e incansables, disparan desde las colinas de Sarajevo.

El plan que sí se llevó a cabo fue la masiva llegada de ayuda humanitaria, de la cual vivía buena parte de la población civil. Los combatientes aprovecharon esta instancia y se vieron indirectamente beneficiados.

En enero de 1993, se instaló en la Casa Blanca, Bill Clinton, quien consideraba que  los EEUU no podía mantenerse al margen de tamaño conflicto europeo. Su idea cercana a la intervención directa se vio reforzada por el golpe de estado de Yelstín, en Rusia, que puso fin al miedo de la reacción de ese país. A la vez que se temía se estuviera construyendo una imagen de ataque al Islam, tal y como lo probaba el creciente flujo de muyahidines cada vez más presentes, los que llevarían a cabo un gran contraataque.