Incertidumbre sobre las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner

Sin fecha de reinicio de obras, crece la incertidumbre
La empresa china encargada de la vuelta a las obras avisó a la UOCRA que, si para octubre no llegan a un acuerdo, se van del país.
viernes 20 de septiembre de 2024 09:20

La Comisión Interna de UOCRA para las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner informó a los trabajadores sobre el estado actual de las negociaciones con la empresa China Gezhouba.
A través de un comunicado, la UOCRA detalló que, aunque se ha llevado a cabo una nueva reunión entre las partes, aún no se ha logrado firmar la Adenda XII, un documento clave para la reactivación de las obras.
Durante el encuentro, se discutieron varios problemas relacionados con las condiciones en la obra, los cuales, según dice el escrito, “serán corregidos”.
Pero la incertidumbre crece. “Aún sigue sin firmarse la ADENDA XII, por lo tanto no hay certezas sobre una probable fecha de reinicio de obra”, señala la comisión, según una nota publicada este viernes en el matutino santacruceño Tiempo Sur.
En caso de que este documento no sea aprobado antes de octubre, la comunidad china involucrada en el proyecto manifestó su intención de retirarse del país, lo que podría derivar en el cierre definitivo de la obra.
“Estamos de acuerdo que en caso de que en octubre no haya fecha de reactivación, se cierre la obra y terminar con esta incertidumbre”, afirma la UOCRA.
Por esta situación, los trabajadores de las represas se encuentran en estado de alerta y movilización.

La represa Néstor Kirchner, también llamada Cóndor Cliff, de 73 metros de altura, cruzará el río a 180 km al oeste de la ciudad de Puerto Santa Cruz, mientras que la represa Jorge Cepernic, de 41 metros y también llamada La Barrancosa, se situará 65 km aguas abajo. Juntas, las aguas retenidas cubrirán unas 47.000 hectáreas de una meseta fría, ventosa y con escasas precipitaciones, pero rica en vida animal y vegetal.
Para las empresas a cargo del proyecto, la constructora china Gezhouba Group ―poseedora del 70% de las acciones― y las argentinas Eling e Hidrocuyo ―que poseen el 20% y el 10% respectivamente―, las centrales ofrecen múltiples beneficios, incluyendo generación de energía renovable, menor importación de combustibles fósiles, incremento del 15% de la energía hidroeléctrica generada en el país y generación de empleo.
A pesar de ello, una multitud de voces se ha alzado en contra del proyecto, rebatiendo sus posibles ventajas y su posible impacto en el medioambiente, en una disputa que todavía no se ha resuelto.