El DJ Fer Palacio fue el primero en entrar en escena entre las 16.15 y las 16.30. Luego hubo una película promoción de lo que fue la consagración en la Copa del Mundo, por la pantalla gigante del Monumental.

Inmediatamente, despues volvió a tocar Fer Palacio y se sumaron Los Totora y La T y la M. También estuvo presente Fernando Romero, el creador del hit Muchachos, y Tula, el reconocido hincha y portador del bombo alentador de la seleción y demás actos politicos del peronismo.

Después de eso llegó el momento de entonar el himno nacional a cargo del cordobés Ariel Ardit y la emoción trepó de entre cada rosto hasta convertiste en lágrimas en algunos y miradas de asombro y perplejidad en otros .El técnico entonó su himno con la voz atravesada por la emoción y una sonrisa que se armaba y desarmaba de a ratos. Las tribunas se sintieron por unos segundos en Qatar, y por fin parte de un triunfo que los involucró desde la primera pitada. La cancha de River latía al ritmo de las canciones, era en sí misma la propia diástole y sístole de un país que se recuperaba de una debilidad coronaria futbolística: Campeones del mundo, carajo!!!  

Los jugadores aparecieron para su entrada en calor y el verdadero show dio comienzo. Messi paseaba su sonrisa mientras relojeaba esa masa interminable de personas que él sabía lo adoraban. El dibu Martínez coronó en breves segundo su lugar de ídolo, sobre todo para los más chicos que esperan de él todo eso que lo hace diferente, baile y osadía, valentía y desparpajo. Los demás disfrutaban como en un cumpleaños o en una fiesta de graduación. 

Finalmente comenzó el partido y tanto el público como el equipo quería coronar todo eso en un grito de gloria, así fuera contra Panamá, así fuera con un equipo que solo se defendía. Argentina atacaba con paciencia y en algunos casos con poca presión, pero era inevitable ser modificado y alterado por ese entorno que como un eco del pasado susurraba todo el tiempo: somos campeones, tenemos que demostrarlo.

Un juego lo más sincronizado posible, aplausos a jugadas que parecían llegar al gol y tiros libre de Messi que fueron un película aparte: el primero en el palo, el segundo palo y rebote para que Almada la logre meter y el último donde por fin llegó la  justicia divina, y su dimensión de Dios de fútbol tuvo el milagro que lo consumó como tal. Tiro al ángulo de un arquero que pedía por favor que no lo dejen patear más, y por fin adentro. Listo cartón lleno, bingo, final de fiesta, los planetas y las estrellas alineados y desde algún lugar hasta Maradona se relajó por fin. Ganamos el partido!!! 

En el entretiempo se había presentado a Wos y al término del partido un show de luces y fuegos artificiales para que Claudio Tapia le entregue la Copa del Mundo al capitán Lionel Messi.

Los jugadores y su lado más humanos y sensible, su hijos y su mujeres nos los acercan más, quieren que su familiares vean sus logros y los comparten, son como cualquiera de esos que grita desde la tribuna y se siente parte porque nuestra tradición futbolera así lo dice: todos para unos y uno para todos, o sea si Messi es el mejor: Jorge, Carlos, Pedro, Pepe, Tito, Maria y Josefa son y lo serán también y por cuatros años, hasta que todo vuelva a comenzar. 

El cierre estuvo a cargo de La Konga, el recuerdo es para todos y para siempre