Protesta en Buenos Aires por la Muerte de Facundo Molares Exmiembro de las FARC

Foto: Luciano Gonzalez

En una demostración de disidencia y condena, una coalición de agrupaciones políticas de izquierda, organizaciones sociales y sindicatos se congregaron en las calles de Buenos Aires el viernes pasado. La movilización, que tenía como propósito denunciar la trágica muerte de Facundo Molares, un fotoperiodista argentino y exmiembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tomó un giro tumultuoso al culminar en confrontaciones.

El epicentro de la concentración fue el icónico Obelisco capitalino, localizado en el corazón de la ciudad. Este emblemático monumento presenció el lamento colectivo por la pérdida de Molares, también conocido bajo el alias “Camilo el argentino”. El jueves previo, Molares fue víctima de un fatídico incidente mientras participaba en una manifestación que fue reprimida por la policía local.

La noticia de su fallecimiento en circunstancias cuestionables generó una enérgica respuesta de las facciones políticas de izquierda, organizaciones sociales y sindicatos. Estos actores, unidos en su rechazo a la “represión”, se unieron para demandar transparencia y “justicia” en este caso.

Foto: Luciano Gonzalez

Sin embargo, la marcha pacífica se tornó tumultuosa cuando un grupo de manifestantes comenzó a lanzar proyectiles y otros objetos en dirección a una sede policial cercana al Obelisco. La tensión latente estalló en confrontaciones directas, ensombreciendo el propósito original de la movilización.

El trágico episodio que convocó esta protesta tuvo lugar el jueves, cuando Molares, activo miembro de la agrupación Rebelión Popular, fue arrestado por la policía de la ciudad. Este arresto se produjo junto a otros manifestantes que expresaban su desacuerdo con las elecciones primarias programadas para el próximo domingo en Argentina.

Después de su detención, Molares experimentó un episodio de deterioro de salud, durante el cual se realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar. Posteriormente, fue trasladado a un hospital, donde su fallecimiento fue certificado como resultado de un paro cardiorrespiratorio. Las autoridades locales afirmaron que este desenlace fue impulsado por factores de riesgo preexistentes.

En medio de este escenario, la voz de Amnistía Internacional se alzó. La organización emitió un comunicado en el que solicitó información a los ministros de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Eugenio Burzaco, y de Seguridad de Argentina, Aníbal Fernández, en relación con la muerte de Molares y otras presuntas agresiones policiales contra ciudadanos.

Amnistía Internacional, en su declaración, alegó que la “víctima” estaba involucrada en una protesta de “pequeña escala” que no obstruía el tráfico vehicular. No obstante, relató que los agentes policiales avanzaron de manera violenta mientras los manifestantes ya se dispersaban.

“Tras ser inmovilizado en el suelo por la policía, Molares Schoenfeld se sintió mal. Testigos que estaban presentes gritaron que se encontraba en estado crítico. Facundo Molares finalmente falleció en el Hospital Ramos Mejía”, afirmó la organización en su comunicado.

La protesta en la que Molares participaba estaba orientada en contra de lo que las agrupaciones convocantes llamaron “farsa electoral”, y a favor de una “democracia popular”. Esta manifestación tenía lugar en los días previos a las elecciones PASO (primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias) de Argentina, que determinarán los candidatos que competirán en las elecciones generales programadas para el 22 de octubre en el país sudamericano.

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