Liliana Colino, igualdad de género en Malvinas

Liliana Colino, la única mujer argentina que piso el suelo de las islas Malvinas durante el conflicto bélico, siempre reconoció que el hecho de participar en una guerra, acarrea marcas y recuerdo difíciles de borrar.

Agrega que todavía padece de inmunodeficiencia por el bloqueo en la formación de anticuerpos, como secuela de las condiciones de vida que tuvo que tolerar. El contexto en el que se encuentran las islas, es el de un clima sumamente adverso,pero su daño es por stress prostraumático.  

“Los que volvieron de Malvinas no tuvieron el reconocimiento del gobierno y de la sociedad que merecían. Yo por caso cuando volví de las Islas, a los cinco días me embarcaron para hacer un curso de alférez en la Escuela de Aviación Militar, y allí me enteré que habíamos perdido la guerra. Al año me condecoraron en el Helipuerto del Edificio Cóndor, y allí pusieron una placa en mi honor, aunque la placa dice Eliana en lugar de Liliana, esto nunca fue corregido”, recordó la enfermera.

“Hoy no hago proyectos a futuro, vivo el hoy”, reconoce Liliana Colino entrevistada por radio Colonia, donde recordó también que cuando despegó el último avión Hércules de las Islas, casi la deja debido a que se había demorado y logro subir a la aeronave ya en movimiento para carretear gracias a la ayuda de sus compañeros.

Telam

Dicho vuelo distó mucho de un regreso con la guardia baja, estuvieron siempre en la mira de los aviones ingleses, que constantemente le pisaban los talones. Tan fue así que el mismo, debió cambiar su destino a Comodoro Rivadavia por el de Tierra del Fuego. Se trataba de un viaje que no solo traía personal militar, sino pertrechos que estaban acomodados en conteiner, los que obviamente ocuparon todo el lugar del avión, por lo que la enfermera recuerda este vuelo, agarrada a las paredes del aeronave, al costado de los envíos.

Liliana es veterinaria y vive hoy en el Bajo Flores: “me marcó de muchísimas maneras, personalmente me permitió dimensionar las cosas que tiene valor en la vida. Le di la importancia a las cosas que la tienen y por ello las banalidades me resultan más fácil ignorarlas”.

Las mujeres que no pisaron las islas fueron enfermeras y instrumentadoras quirúrgicas ayudante en los buques de guerra .Liliana estaba en el HerculesC-130 ubicado en la ciudad de Comodoro y mientras viajaba a Puerto argentino, recordaba su entrenamiento: Apenas sonaba la alerta debía correr al refugio que estaba a100 metros de la pista de aterrizaje ,en el suelo malvinense “Yo veía que todos pasaban a mi lado, yo soy flaquita y tenia borceguíes y cargaba un morral lleno de medicamentos e instrumentos. Pensé que no llegaba al refugio y que moriría allí”

Ya allí no supo como transcurría el tiempo, hizo su trabajo, se sintió ayudada por todo el personal que la rodeaba en esas ocho o diez horas que duró el socorro a las víctimas del conflicto. Allí mismo en el lugar por el que se estaban matando gente joven, sin experiencia, a puro corazón y coraje. Ella también tenía solamente 26 años.

El Hércules casi no se detenía, tocaba el piso y de allí se tiraban corriendo los que debían bajar, luego las ambulancia se colocaban de culata a la puerta trasera del avión y cargaban los heridos. Eran solo un tiempo que determinaba el capitán de la aeronave, ante el inminente peligro de ataque enemigo.

Liliana estuvo a segundos de quedarse, el avión ya estaba carreteado, los 80 heridos se habían subido y ella corría por la pista.

Las manos de dos suboficiales que hicieron una cadena entre ellos para tomarla y la rescataron .Volvió a Tierra del Fuego, pero algo de ella, quedo en esa corrida para siempre.

.

Deja un comentario