“La reina fue la dama que aceptó la guerra”

Me dice Grant Budd, falkland islanders, malvinense o malvinero, todos válidos como gentilicios de quienes habitan en las Islas Malvinas, Islas Falkland para los ingleses. Lo segundo que me pregunta es: “Si vengo a conversar en son de paz”…
Habla de Elizabeth Alexandra Mary, Isabel II, la monarca de Inglaterra desde sus 20 cortos años cuando murió su padre-Jorge VI-; la misma que se centró en mantener unida a la Mancomunidad de Naciones: 54 países soberanos independientes o semindependientes, que con la excepción de Mozambique y Ruanda, comparten lazos históricos con el Reino Unido.
Se refiere a la misma Majestad que se casó con Felipe de Edimburgo-fallecido en 2021-; la misma que tuvo 4 hijos; la misma que fuera nuera de Diana Frances Spencer -Lady Di-; la misma que escuchaba las razones y sugerencias de Winston Churchill y que ungió a Margaret Hilda Thatcher como primera ministra del Reino Unido desde 1979 a 1990, siendo la persona en ese cargo por mayor tiempo durante el siglo XX y la primera mujer que ocupó este puesto en su país.
Y es que la Reina Isabel II murió, después de 70 años en el trono, este 8 de septiembre pasado, en su castillo de Balmoral, en Escocia. La Reina que impuso a Thatcher a la cabeza del conflicto bélico de 1982, entre Gran Bretaña y la República Argentina.
No lo convoqué por ese pendiente de la Argentina. En realidad, quería saber cómo los malvinenses iban a despedir de la vida terrenal a su Reina, esa misma que nunca puso un pie, en esos 70 años de reinado, en el suelo de Malvinas. Y eso que le era frecuente peregrinar por tierras vinculadas a la Corona inglesa.
“Sí, pero tenía cosas más apremiantes que lograr con el resto del mundo y la Commonwealth”, me dijo Grant. “Si ella hubiera venido a las Malvinas toda la familia la habría visitado porque todos sus hijos se han quedado en la Casa de Gobierno, han dormido en las Malvinas. Vino el esposo, así que supongo que ella no sintió que tenía que venir. Desafortunadamente”, me contó.
Podremos haber leído, recorrido, estudiado Monarquías, pero para quienes no estamos bajo la figura de un Rey o una Reina el entender lo que es usual para los que sí, es un acertijo indescifrable: “estrechar la mano de los Reales es muy especial”, menciona desde una emoción que lo hace reescribir sus palabras.
Grant supone que Isabel II pudo no haber ido a las Islas Malvinas por: “riesgos políticos” y su lugar en ese suelo austral lo tomaba Thatcher: “sé que ella prefería que Margaret Thatcher visitara las islas”, me confía a la vez que insinúa que ven la ex Primer Ministro de Inglaterra como la representante de la Reina en su tierra, que no es natal, nació en Londres, pero sí es donde vive hoy.
La charla siguió, sin altos ni bajos, dos personas que tenían un tema. Ninguno cuidó sus palabras, siempre respetuosas como en cualquier conversación adulta. Sin discursos alentadores o desalentadores. En paz… Aunque, casi al final, después de dos horas de chatear, Grant no se contuvo, de lo que se siente le atormenta.
“¡Si ella -la Reina- hubiera dicho que no! Entonces no hay guerra”, su cabeza volvió 40 años atrás, cuando él solo tenía 10.
Sí, se refería al conflicto armado entre la Argentina y el Reino Unido, el que empezó un 2 de abril de 1982 y culminó el 14 de junio del mismo año; en el cual se disputó la soberanía de las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, en el que murieron 649 soldados argentinos, 255 militares británicos y tres habitantes de las islas.
“Si la Dictadura no hubiera invadido las Malvinas podría haber estado bajo la regla del crepúsculo”, escribió entre errores de apuro puesto que es entrenador de jockey en las islas y estaban a punto de iniciar un torneo.
No entendí, o no quise entender.
Lo que sí me quedó claro es qué es lo que sabe acerca de esa guerra, conocida como ‘infame’ en Argentina, el fuerte arraigamiento real para con su Corona como el de los 3600 habitantes de las islas y la necesidad imperiosa de paz entre las Naciones.