La América Latina Evangélica

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Las iglesias evangélicas no sólo ocupan cada vez más lugares físicos en multiplicidad de templos, en cines que cerraron o depósitos que dejaron de funcionar, sino en la construcción de una capacidad económica que respalda finalmente una estrategia política. 

Lo religioso históricamente ocupó el centro del pensamiento mágico. Las cosas se explicaban en su relación con los hechos que ocurrían en la naturaleza o con aquellas interpretaciones que el hombre de la antigüedad les daba a los mismos. Demás está decir que el eje del pensamiento no era la razón sino Dios y las interpretaciones de lo que supuestamente era “Su palabra” fue siempre tan variada y subjetiva, como para alimentar enfrentamientos dialécticos y de poder hasta el día de hoy. 

 Pero desde hace unos años existen políticas que intentan socavar los cuestionarios y posibles rebeldías que los grupos sociales generan a su realidad específica en cada región.  Allí se expande un fenómeno evangélico, que hasta la propia CIA lo constituyó en una fuerza viable contra posibles levantamientos de izquierda o revueltas sociales. Se intenta neutralizarlos desde esta mirada individual de “la salvación”. La contención a la queja generalizada de miles de necesitados motoriza la imposición del rito evangélico como el gran cambio individual, frente a la crisis social. 

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 Jorge Orduna, periodista de investigación 

Es periodista y ensayista argentino, y vivió muchos años en Francia, Ecuador, Bolivia y Perú. Actualmente reside en las afueras de la ciudad de Mendoza, desde donde colabora para varios medios nacionales e internacionales publicando investigaciones periodísticas en diferentes diarios y revistas de Ecuador, Perú, España, Brasil, México, Bolivia y Argentina. Ha publicado varios libros:

Queremos hacer referencia a la mirada del periodista e investigador argentino Jorge Orduna en su libro “Teocracia. El auge del evangelismo en América Latina”

Desde una inquietud particular, que fue observando en diferentes países, Orduna se mete con lo profundo del protestantismo. Esta corriente del cristianismo nacida con las críticas de Martín Lutero a la Iglesia Católica en el siglo XVI derivó en un sinfín de grupos, sectas y congregaciones. Estas luego construyen su centro neurológico y estratégico en Estados Unidos, donde su inmigración europea, llegó profesando esa línea religiosa. 

En “Teocracia” el periodista muestra el avance descomunal del evangelismo en Latinoamérica e intenta develar los inicios y las confrontaciones históricas con el catolicismo. Todo esto se sostiene en estrechos contactos con el poder en cada lugar y en la implementación de un determinado modelo de sociedad. 

El periodista habla de un crecimiento presencial del fenómeno evangélico en la región. En nuestro país existen temas de debate social que han sido imbuidos por este aire religioso. El mismo intenta imponer una mirada política conservadora, en aquellos puntos donde siente que la hegemonía de algunos grupos, como los feministas, les quita espacios de poder históricos. 

Voto femenino, Inmigración, drogas, temas sobre distintos movimientos sociales, aborto, matrimonio igualitario, pena de muerte. Son solo algunos que están dentro de su mira. Ahora bien, la teocracia es la forma en la cual, quienes están a cargo del estado, coinciden políticamente con los líderes de la religión dominante en el lugar. Y esto sería lo que se intenta imponer.  

Jorge, da datos de la situación: Guatemala es el primer país latinoamericano en el que la mayoría de las habitantes se identifica con el protestantismo. Brasil (el mayor país católico del mundo) un cuarto de su población es evangélica y ya posee poder político. En la Argentina son el 10 de la población y todavía no se siente su poder en esferas políticas. 

El mundo católico desconoce en profundidad al mundo evangélico. Esta diferencia es un hecho histórico fundacional. Entre los evangélicos la idolatría por el éxito y el dinero es la manera de agradecer a Dios. Su emigración en los EE.UU marcó la diferencia en el desarrollo de sus sociedades Allí el crecimiento económico era un don divino. En las colonias sudamericanas el móvil era la apropiación de riqueza y obtención algún degradado título nobiliario, a cambio de la evangelización católica de todos los territorios descubiertos.   

El protestantismo en nuestra región proviene de afuera, no es generado desde el interior de la sociedad, que fue educada como católica apostólica y romana, sin cuestionar nunca los valores o normas de Roma, como sede del pensamiento religioso. 

Todo lo contrario, el protestantismo surge de ese mismo cuestionamiento a las normas e imposiciones de autoridad Papal .Orduna remarca las diferencias que ambos credos tienen dentro del sistema capitalista. El evangélico alienta el enriquecimiento, no lo pone del lado pecador, el catolicismo es contradictorio, condena la riqueza y ostentación, pero la acumula en sus esferas más altas, como respaldo a un poder político. Estas diferencias de cómo pararse frente al dinero y al trabajo, incumben también los procesos mismos de producción y tangencialmente todos los ámbitos de la vida social, ya sea cultural y artística.  

El libro de Orduna deja abierto varios interrogantes y establece una lucha por el control espiritual en América latina. Ve fielmente en un reverdecer de estas miradas. La lucha por la verdad establecida es la lucha por el poder detrás de ellas y de eso nos hablan estas corrientes evangélicas. Ellas se mueven cómodamente por sectores abandonados por el sistema de contención social de cada región y a falta de respuestas, aceptan atajos inciertos de personajes oportunistas.