Por Mauro Federico

Esta semana Macri, brindó una entrevista en España y recalentó la interna del PRO al decir que “va a jugar” en las elecciones de 2023 en caso de que no vea a un candidato que “no garantiza el cambio”. En declaraciones al diario ABC sostuvo. “mi trabajo es hoy ayudarlos a crecer, y, si veo que al final del camino uno garantiza el cambio y otro no, yo voy a jugar. Si no estoy seguro que hay una marcada diferencia no voy a pedir el voto por uno, creo en la sabiduría de la gente”.

En ese marco, el fundador del PRO consideró que ve a ambos dirigentes “muy bien” y que hay “una evolución permanente” dentro de la coalición opositora. Sin embargo, también señaló que estaría dispuesto a tener un “segundo tiempo” en caso de que no vea que los candidatos se impongan con contundencia. “El camino a ser presidente no es de un día para el otro; es un proceso en el que se va madurando. Se va incorporando más visión, más conocimiento. Y tanto a ellos como a (la exgobernadora bonaerense) María Eugenia Vidal y a otros más del radicalismo los veo creciendo, aumentando su firmeza y su convicción en sus ideas”, remarcó.

La presencia cada vez más notoria del padre de la criatura se hace sentir. Desde hace varias semanas, el ex presidente anunció sin que le tiemble la voz que si gana las elecciones, privatizará nuevamente a las jubilaciones, Aerolíneas Argentinas y que, de existir resistencias, está dispuesto a reprimir “a sangre y fuego” a quienes intenten poner un palo en la rueda a sus iniciativas. “Un líder tiene que bancar lo que venga, incluso los muertos”, amenazó en declaraciones a su canal de cabecera.

Con un relato definitivamente orientado a poner proa nuevamente contra las estructuras estatales, Macri sostuvo que “no podemos volver creyendo que se puede hacer un populismo light, tenemos que ser libres en todo, no podemos seguir teniendo un Estado que nos asfixia, que nos carga de impuestos, que nos roba nuestro trabajo”. En diálogo con Data Clave, uno de los dirigentes macristas que más lo conoce confió un pensamiento que comparten varios hombres del partido de derecha. 

“Mauricio es genéticamente perverso y por eso disfruta del lugar que está ocupando en este momento, mirando cómo se pelean unos y otros por disputar el espacio que él dejó y que todavía ninguno estuvo a la altura para reemplazarlo, pero no tengas dudas de que si esa disputa no arroja a un ganador claro, él va a jugar y si lo hace -como yo creo que va a hacer- no va a haber nadie que se le oponga”, aseguró la fuente.

Desde el razonamiento de este entorno macrista, el único camino para salir de la crisis es asumir que “debemos prepararnos para sufrir por veinte o treinta años el retiro de un Estado sobredimensionado, que nos engañó con que nos solucionaba la vida subsidiándonos todo y no pudo contener la inflación, provocando que hoy estemos al borde del colapso económico”.

Al respecto, este funcionario sostuvo que “es imprescindible lograr que los inversores recuperen la confianza en la Argentina para lo cual debemos repetir el esquema que alguna vez llevó adelante el menemismo, cuando privatizó todas las empresas estatales; si bien hoy no tenemos esas joyas de la abuela, sí tenemos algo que el mundo está demandando: gas y litio y tenemos que ofrecérselo a quienes quieran venir a explotarlo para que nos ayuden a financiar la salida de la crisis”.

En el medio surge un interrogante: ¿está dispuesto Macri a dialogar con los sectores del actual oficialismo, si el día de mañana se invierten los roles? En principio, da toda la impresión que no. “A diferencia de Horacio (Rodríguez Larreta) Mauricio no quiere sentarse a negociar con nadie que no integre el espacio de Juntos por el Cambio, porque sabe que cuando haya que poner los huevos sobre la mesa y tengamos que reprimir para imponer nuestro proyecto, se van a dar vuelta y nos van a dejar solos, como ya hicieron cuando fuimos gobierno”, finalizó el informante.

Fuente: dataclave.com.ar

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