Dilemas de un joven soldado en Tel Aviv

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La película de DANI ROSENBERG, The Vanishing Soldier, multi premiada y aclamada en festivales internacionales, combina drama y reflexión en una narrativa que expone las complejidades de la guerra y la juventud en Israel.
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Estreno 9 de Enero

SALAS
Cinépolis Recoleta
Cinépolis Pilar
Showcase Norte
Atlas Patio Bullrich
Multiplex Belgrano
Cine Arte Cacodelphia
Cines Centro Rosario
Cine América Santa Fé
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Sinopsis: Un joven soldado israelí huye de su tropa en el Ejército y regresa a Tel Aviv para ver a su familia y pasar unas horas libre del ambiente bélico, pero pronto descubrirá que la élite militar está convencida de que fue secuestrado en la confusión de la guerra.
En The Vanishing Soldier, un joven soldado israelí llamado Shlomi, interpretado por Ido Tako, toma una decisión impulsiva: abandonar su puesto en el ejército y regresar a Tel Aviv en busca de un breve respiro del ambiente bélico. Lo que parece ser una escapatoria transitoria se convierte en un viaje lleno de sorpresas, donde el miedo, el amor y las pesadillas se entremezclan en las sofocantes calles de la ciudad.
La idea del combate está sustentada en la defensa de un territorio o causa, en nombre de un pueblo, país o lo que sea.Su eje principal es la aniquilación del supuesto enemigo, más allá de las miradas sociales o políticas que la situación genere. En el terreno, son solo dos bandos en pugna y ambos deberán superar su miedo a morir con el desarrollo de su capacidad para matar.
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La primera impresión es devastadora, desde la ruinas de lo que es un barrio rodeado de escombros esparcidos y detonaciones de metralletas, la cámara se posiciona en la mirada de un soldado. Este comienza una carrera para escapar de la zona de conflicto.Dicho escape tiene la intensidad y la tensión visual necesaria para que quedemos atentos a sus corridas y saltos en general.No entendemos el porque de su actitud, que lo lleva dejar su unidad y correr a al ciudad.Las situaciones se enrarecen y dejan en primer plano su lucha por recuperar algo de su vida común, un instinto que expone su humanidad. Corre por un espacio de tiempo, por sentimientos que no le permiten vivir, por una chef que conoció y está por viajar, por el mismo, por ella y por su juventud.
Podríamos pedirle que sienta esa misma humanidad cuando dispara por entre las casas que recorre, pero allí está en esa lucha de dos bandos, que necesita de la despersonalización del adversario como un otro para poder ejercer esta capacidad de destrucción. Para Shlomi la guerra pierde su sentido y se transforma en un obstáculo. No cambia de mirada sobre el conflicto, solo pone en foco el propio.Y aunque la instrucción y adiestramiento le digan que la patria le pide estar donde está, el siente que debe ver a esa joven, de la que está enamorado, antes que se vaya.
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La película sitúa a su protagonista en esta encrucijada, que a la vista de lo que la guerra significa, pierde su importancia para todos estos actores, menos para él. Es en esa mirada personalista e individual donde el soldado vuelve a ser solo un hijo o un joven enamorado y no puede, ni quiere, perderse de vivir algunos momentos desde ese lugar.Lo intentará de todas las maneras posibles y será el eje central del relato.Su guerra es contra el tiempo y la luchará hasta el final.
Las autoridades, su madre y algunos ciudadanos, intentarán reubicarlo.Llama mucho la atención una escena de violencia gratuita en la que se ve involucrado y que tiñe a esa sociedad de un grado de intolerancia que proyectada, nos explica algunas de sus realidades. La guerra es despiadada y tiene poco de justicia y de consideración. Shlomi pagará algún precio por intentar rescatar y darle algún tiempo de su vida a eso que aún queda en él de juventud israelí.
El director hace de su película una obra que construye con dedicación cada cuadro y escena.La tensión esta por momentos tamizada de frescura y humor y en perfecta sintonía con el eje de lo que a Shlomi le sucede.La guera esta recortada, pero asoma impiadosa en cada esquina y en cada alarma de ataque, que obliga a todos a detener por unos segundos, la utópica idea que sus vidas les pertenecen.
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Un punto extra es la escena donde Shlomi reaparece en la casa de su abuela en una parada a su maratónica carrera hacia la normalidad. Allí en el living, la televisión nos regala la imagen de nuestra Mercedes Sosa con su bombo leguero, cantando una copla que habla de cosas que sienten y presienten los jóvenes como su norte o sus ideales a alcanzar. Abuela y nieto la bailan con su respectivos pasos tradicionales y todo se acopla con naturalidad artística perfecta.La voz de la negra Sosa es de una calidez que no precisa traducción y así lo sienten durante unos minutos en el living de esa casa en Israel.
Reconocimientos internacionales
La película ha cosechado numerosos premios y nominaciones, consolidando su impacto global:
- Festival de Cine de Haifa: Ganadora a Mejor Película.
- Festival de Cine Judío de San Francisco: Ganadora a Mejor Guion.
- Festival de Cine de Locarno: Nominada a Mejor Película.
- Festival de Cine de Montpellier: Nominada a Mejor Película.
- Festival Internacional de Cine de Reikiavik: Nominada a New Visions.
- Festival de Cine Israelí: Mejor Fotografía, gracias al trabajo de David Stragmeister.
La mirada del director
Graduado de la prestigiosa Sam Spiegel Film School de Jerusalén, DANI ROSENBERG se ha destacado en el panorama cinematográfico internacional con su particular sensibilidad narrativa. Su ópera prima, La muerte del cine y mi padre también, fue seleccionada en el Festival de Cannes y ganó el Festival de Cine de Jerusalén. Ahora, con The Vanishing Soldier, ROSENBERG profundiza en una experiencia personal que marcó su vida.
“Con esta película quise profundizar en la esencia de esa noche en la que me rebelé, pero no del todo”, comparte el director. “He tratado de descifrar por qué no actué y por qué incluso hoy, en medio de la violenta realidad exterior, sigo colaborando de alguna manera.”
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Elenco y equipo técnico
El elenco principal incluye a Ido Tako como Shlomi, Mika Reiss como Shiri, Efrat Ben Zur como Raquel, Tiki Dayan como la abuela y Shmulik Cohen como el padre.
FICHA TÉCNICA
DIRECCIÓN : Dani Rosenberg
GUIÓN: Dani Rosenberg, Amir Kliger
PRODUCTOR: Avraham Pirchi, Chilik Michaeli, Itamar Pirchi
DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA: David Stragmeister
SONIDO: Neal Gibbs, Michael Stoliar
EDITOR: Nili Feller
MÚSICA ORIGINAL: Yuval Semo
Lo que dice la crítica
La recepción de The Vanishing Soldier ha sido unánimemente positiva:
“Un relato lleno de matices y emocionalmente complejo,” destaca Screendaily.
Para Le Monde, es “una obra universal, símbolo de una juventud que rechaza la guerra.”
Film Uforia la define como “un drama valiente e inteligente que imagina la vida real en Israel hoy en día.