Abuso Sexual en la Infancia -ASI-
Lic. Georgina Marcela Parente – @licenciadaparente
El 19 de Noviembre es el Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual Infantil
El abuso sexual en la infancia es una de las formas más extremas de violencia contra las infancias, una realidad compleja, sumamente dolorosa y mucho más recurrente de lo que se puede pensar. Las secuelas de estos traumas pueden ser duraderas, afectando profundamente la vida de quienes lo sufren si no se interviene para detener y reparar los daños.
El abuso en la infancia no se limita solo al contacto físico, sino que abarca cualquier forma de sexualización inapropiada: los juegos sexualizados, la exposición a pornografía o comentarios inadecuados, que también constituyen una forma de abuso. La detección de estas situaciones puede ser complicada, ya que los indicadores específicos son menos recurrentes mientras que los inespecíficos, como cambios bruscos en el comportamiento, pueden confundirse con otras problemáticas.
También debemos tener en cuenta que la mayoría de los casos ocurren en el seno familiar por lo que las victimas viven aterrorizadas. Es fundamental estar atentos a lo que ellos/as expresan tanto verbal como corporalmente, la sexualización de un niño/a nos da indicios de las situaciones que puede estar atravesando.
Por todo esto, debemos destacar la importancia de ser sumamente cuidadosos frente a la aparición de cualquier signo o síntoma y la necesidad de contar con espacios especializados donde se realice el diagnóstico diferencial, resultando fundamental el rol del Estado promoviendo las medidas de prevención y conformando equipos interdisciplinarios para el abordaje asertivo.
Las secuelas del abuso infantil pueden ser variadas y perdurar hasta la adultez. Las secuelas dependen en gran medida de la reparación que se logre hacer del hecho. La red de apoyo familiar y terapéutica juega un papel fundamental, al igual que las medidas legales y terapias destinadas a acompañar a las víctimas.
Desde la depresión, fobias, trastornos alimentarios hasta autolesiones o intentos de suicidio, las secuelas del abuso pueden manifestarse de diversas maneras, representando un desafío para la salud mental y emocional de quienes lo experimentan.
La comunicación fluida en las familias es fundamental. Escuchar a los niños es clave. No podemos esperar que confíen en nosotros si no estamos disponibles para escucharlos. Además es crucial demostrar confianza en sus relatos.
Respecto a las políticas públicas, podemos considerar la Ley Piazza como un avance significativo, ya que establece principalmente la imprescriptibilidad del hecho denunciable, permitiendo que las víctimas puedan expresar sus experiencias en sus propios términos y tiempos. Sin embargo, aún hay desafíos pendientes en la justicia y la protección de las víctimas.
También debemos destacar la necesidad de implementar la Educación Sexual Integral (ESI) de manera permanente en las escuelas, ya que La ESI proporciona información acordé a cada edad, previniendo cualquier tipo de violencia sexual o riesgo contra la integridad de nuestros hijos/as. Esa misma educación ha permitido detectar y detener infinidad de casos de violencia intrafamiliar así como alertar sobre situaciones ocurridas en ámbitos escolares. Pero además, la Educación Sexual Integral, no solo imparte conocimientos corporales o meramente sexuales, sino que también incorpora el conocimiento y debate acerca de la identidad, los vínculos, la familia, la amistad, los deseos, los estereotipos, los mandatos, y sobre todo la gestión emocional que todo ello conlleva.
En épocas de transición política donde se pone en duda la continuidad de la Educación Sexual Integral ESI, de a Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo IVE, de los espacios de prevención y protección de víctimas de la violencia machista, la violencia familiar y la violencia sexual enmarcada en el sistema patriarcal, tales como el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades, es necesario continuar difundiendo los riesgos que ello implica para la sociedad, y resistir cualquier medida de Backlash -movimiento que se presenta como contrataque al avance de los derechos conquistados en materia de género y diversidad-, y sobre todo frente a la legitimación de la violencia institucionalizada y las amenazas explicitas sobre los espacios, los profesionales y los colectivos dedicados a la temática.
Lic. Georgina Marcela Parente
