Los huracanes tuvieron nombres de ‘Santos’
Puerto Rico, República Dominicana y Guadalupe están viviendo momentos de intensa desesperación al ser azotados por el huracán ‘Fiona’. De acuerdo a la región: destrozos, vientos de más de 150km/h, casi 800 evacuados y suspensión de actividades. Son comunes en el Caribe y dicen los expertos que el calentamiento de océanos aumenta su frecuencia y virulencia. ¿Cómo llegan a tener nombres estas catástrofes naturales?
No es algo nuevo, darle entidad a los huracanes o ‘tormentas tropicales’ data de varios siglos atrás, por el menos en América. Antes, era costumbre utilizar el Santoral; cuando arrasaban las zonas llevaban el nombre del ‘Santo Patrono’ del día en el que se desatara el siniestro.
Por ejemplo, el “Huracán de Santa Ana”, que azotó Puerto Rico con excepcional violencia el 26 de Julio de 1825, y “San Felipe” (el primero) y “San Felipe” (el segundo) que afectaron Puerto Rico, ambos en Septiembre 13, el primero en 1928 y el segundo en 1976. Igualmente, el “Huracán de San Zenón”, que destruyó la ciudad de Santo Domingo (República Dominicana), el día 3 de Septiembre de 1930.
Y fueron los meteorólogos los que decidieron nombrarlos para mejorar la comunicación entre ellos y la comunidad, con el objetivo de previsibilidad en cuanto a riesgos y peligros.
Esta vez los lugares se repiten, pero la denominación ha cambiado. Con el paso de los años los nombres santos han sido sustituidos por números y letras del alfabeto griego. El primer experto que usó una denominación distinta fue el australiano Clement Wragge a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, y el nombre que usó fue el de una mujer.
En 1978, a los nombres de mujeres se les sumó el de hombres. Mientras que, en 1979 la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio Meteorológico de Estados Unidos (National Weather Service) incorporaron nombres alternos de hombres y mujeres.
Según los especialistas, la alternancia de nombres es más simple, rápida y causa menos errores a la hora de identificar un fenómeno de tales características. Según cuentan, las listas son recicladas cada año y se reemplazan los nombres cuando el huracán ha sido retirado.
Las denominaciones que se retiran son las de los huracanes más destructivos, quedan sus registros históricos y son sustituidos por otros que inician con la misma letra.
Siempre que un huracán haya tenido un impacto importante, cualquier país afectado por la tormenta puede solicitar que se “retire” el nombre del huracán por acuerdo de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Retirar el nombre realmente significa que no puede ser re-usado durante por lo menos 10 años.
El Huracán Hugo en 1989, se movió a través del Caribe nororiental devastando a muchas pequeñas islas al Este de Puerto Rico. Luego azotó Puerto Rico antes de ir a ‘golpear’ Carolina del Sur, causó daños por más de US$8 mil millones y ocasionó la muerte de 82 personas. Cuando se hizo la solicitud de retiro del nombre “Hugo” de la lista de nombres, la tormenta “H” fue reemplazada por el nombre “Humberto”, un nombre español. Humberto se usó por primera vez en 1995 y luego de nuevo en 2001.
No obstante, hay una excepción a la regla de retiro. Antes de 1979, cuando empezó la primera lista permanente de seis años, algunos nombres simplemente no se usaron más. Por ejemplo, en 1966 “Fern” fue sustituida por “Frieda” sin que se diera una razón.
Nombres Retirados para la Cuenca del Atlántico | ||
Nombre | Año | Localidad(es) afectada(s) |
Mitch | 1998 | America Central, Nicaragua, Honduras |
Keith | 2000 | Bélice, México (Península de Yucatán y Norte) |
Iris | 2001 | Bélice, Guatemala |
Michelle | 2001 | Honduras, Nicaragua, Cuba |
katrina | 2005 | Estados Unidos, parte Este. |
(Foto: Telemetro)