La confusa historia personal de Ballard la “fuente” de Viviana Canosa

Por Mauro Federico

Fuente: dataclave.com.ar
El relato oficial dice que Ballard, de 53 años y un devoto mormón, fue un agente de la CIA que de un día para otro y como si eso fuera posible cuando se es parte de la élite de esa organización estatal de los Estados Unidos, conmovido por la trata de menores y por ser él también padre de nueve hijos, dejó todo para investigar, perseguir y denunciar el asunto.
En 2013 fundó Operation Underground Railroad (O.U.R.), una organización dedicada a combatir la trata infantil. Con un discurso emotivo y básico, que sostenía con frases como “¿Permitirías que tu hijo sea abusado?” y operativos de rescate en América Latina absolutamente mediatizados, Ballard se ganó el respaldo de celebridades, políticos y donantes estadounidenses de alto perfil, incluidos el magnate conservador Glenn Beck y el entrenador de la NFL Mike Tomlin. Para 2020, O.U.R. había recaudado cerca de 50 millones de dólares. Nunca, en ninguna de sus “misiones”, expuso que en las redes que supuestamente desbarata estuvieran involucrados norteamericanos tanto en consumo interno como externo, ni personajes del gobierno, la justicia o el ámbito empresarial.
Una de esas misiones fue en Cartagena, Colombia, cuando desbarató una banda dedicada a la pedofilia y liderada por una modelo y que es la historia que dio pie a la película Sonidos de Libertad.

La película se centra en la historia, precisamente, de un policía del Departamento de Seguridad Nacional de los EEUU (DHS) de nombre Timothy Ballard que al renunciar a su cargo, continua operando de manera parapolicial o paramilitar rescatando niños con el respaldo de su gobierno y de las fuerzas armadas de otros. Un evidente refrito cinematográfico de las películas tipo Rambo. Él declaró en decenas de entrevistas que la historia y los personajes son reales y que él fue protagonista de ese rescate de más de cincuenta niños.
La visión de la película es totalmente afín a la política de extrema derecha, conspiranoica y obsesionada con las disidencias y con acusar de pedófilo a cualquiera que consideren de izquierda; tal como manifiestan abiertamente Trump o Milei; y del mismo modo que muchas comunidades religiosas tanto del catolicismo como de los pentecostales. Ballard, que es adherente a la Iglesia de los Santos de los últimos días, contó con buena parte de los fondos para la película de la iglesia mormona.
El productor general de la película fue Eduardo Verastegui, el actor y político de extrema derecha, que fue candidato a presidente de México. Si con la fundación en solo un año recaudó 50 millones de dólares, con la película juntaron más de 250 millones de dólares.
La Fundación “Operation Underground Railroad”: denuncias de malversación y abusos sexuales
La primera señal de alerta llegó al poco tiempo de creada la ONG, cuando en algunos medios surgieron denuncias que decían que muchos de los casos que Ballard presentó como exitosos y reales, eran mentiras para los medios, y uno de los ejemplos fue el de Cartagena en el que, precisamente, se basó la película “Sonidos de Libertad”. En octubre de 2020, la Oficina del fiscal del condado Davis en el estado de Utah, declaró que O.U.R. y Tim Ballard estaban bajo investigación por quejas que alegan que O.U.R. había cometido actos ilegales de recaudación de fondos inventando rescates que nunca sucedieron.
Jordana Bree Righter es una exmarine y trabajadora social con amplia experiencia con sobrevivientes de trata. Ballard la convocó para su ONG y ella colaboró poco tiempo: en una entrevista contó que Ballard la invitó a participar en operaciones y que le horrorizó ver cómo la organización repartía cientos de dólares y les decía a los posibles traficantes que podían ganar más dinero si les traían niñas. “Si vives en una zona de bajos recursos y le das un montón de dinero a un proxeneta y le dices que te consiga menores de edad, te las conseguirá”, le habría dicho. La circulación de dinero que llega por aportes, y se destina de ese modo, no tiene ningún tipo de paso legal si es tal como lo dice el propio referente.
Junto con el éxito de la película, surgieron denuncias de abuso y acoso, que documentó y publicó The New York Times, medio que no dudó en llamar a Brallard “depredador sexual”.
En la extensa nota de investigación de uno de los medios más prestigiosos del mundo se cuenta que para las “misiones” que Ballard hacía como topo solicitaba la colaboración de mujeres que fungían como voluntarias de la ONG, jóvenes y bonitas, para que se infiltraran con él en diversos círculos y se hicieran pasar por sus novias para que, de esa manera, mostrarse como potenciales clientes de pornografía infantil y pedofilia y generar confianza en los tratantes.
Con ese escudo y porque debían mantener el rol durante todo el tiempo y en todo lugar, aún a solas, las obligó a tener relaciones sexuales con él y con otras personas, con la amenaza doble de que podían estar siendo filmadas y que, además, de saberse que eran “espías” podrían matarlas. El New York Times entrevistó a diez personas que trabajaron con Ballard en la organización y describen lo vivido como una pesadilla de acoso, abusos, violaciones y amenazas de muerte. El artículo no ahorra detalles y datos concretos.

Todas las mujeres relatan el mismo modus operandi: el reclutamiento cargado de buenas intenciones y como parte de un acto de justicia en pos de la libertad de niños esclavizados; la manipulación para que estén dispuestas a obedecer cualquier orden que, de contrariarse, pondrían en peligro a decenas de infantes; la extorsión religiosa, puesto que la mayoría de las mujeres eran mormonas y Ballard sostenía que el método tenía el aval de los “apóstoles de la iglesia”.
Amy Morgan Davis, exMiss Utah, fue una de sus víctimas y dijo: “Es difícil asimilarlo porque, en realidad, uno quiere que él sea el héroe”. Kira Lynch era peluquera en Salt Lake City. Denunció que él abusó de ella diciendo que todo estaba aprobado por uno de los profetas de la Iglesia. Cuando ella luego se negó a ser violada, él le dijo que por culpa de ella muchos niños serían abusados. Celeste Borys, otra de las denunciantes, contó que estando en Ecuador, en 2022, la obligó a participar de una orgía con dos menores de 15 y 16 años.
Ninguna de las mujeres abusadas dijeron que en todos los años que estuvieron en la ONG vieron ni fueron parte de ningún rescate ni conocieron a niños rescatados.
En los tribunales de Utah en este momento hay seis causas en trámite por abuso, agresión sexual, violación y amenazas. Baillard dice que son mentiras y que las mujeres solo buscan dinero o que pertenecen a organizaciones de tráfico de personas que buscan desacreditarlo.
En junio de 2023 renunció a la Fundación que él mismo había creado, acosado por las denuncias y la Iglesia Mormona le soltó la mano. Ballard ya había ganado seguidores por sus escritos y programas de televisión sobre la fe mormona, a la que pertenece.