Hospital Bonaparte: “cierre” del centro especializado en salud mental y adicciones

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  • Por Lucía Gardel

   

En los últimos días, las autoridades del Hospital Nacional Laura Bonaparte, especializado en salud mental y adicciones, denunciaron el cierre de la guardia y de la sala de internaciones. 

Los trabajadores del Hospital Nacional “Lic. Laura Bonaparte” -un hospital monovalente especializado en salud mental y consumos problemáticos que depende del Estado nacional- denunciaron el cierre de la guardia y de las nuevas internaciones, una medida que causó sorpresa y polémica en el ámbito de la salud. 

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Qué dijo el Ministerio de Salud de la Nación

El Ministerio de Salud anunció que “inició el plan de reestructuración del Hospital Laura Bonaparte”, para “priorizar la asignación de los recursos en los pacientes que lo necesitan”.Según explicaron en un comunicado de la cartera liderada por el nuevo ministro de Salud Mario Lugones, “para avanzar con la reorganización del Centro de Salud, la cartera sanitaria inició la derivación de los pacientes a otras instituciones”.

Desde el gobierno justificaron la decisión en la “reducida cantidad de pacientes que se atienden en la institución”. Según el Ministerio, “el establecimiento de salud recibe un presupuesto de $ 17 mil millones anuales y cuenta con una muy baja ocupación. Con una internación promedio anual de 19 de pacientes diarios, los indicadores de cantidad de atención y consultas resultan muy bajos para lo esperable de un hospital con servicios generales, considerando las dimensiones edilicias, y la cantidad de recursos humanos asignados”.

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La alerta de los empleados y de las organizaciones sociales

El viernes 4 de octubre, el director del hospital nos anuncia el cierre de las internaciones, no se podía ingresar más pacientes al hospital. Las vías de ingreso al hospital son la guardia y el servicio de demanda espontánea. Nos queda a nosotros limitado el ingreso a las internaciones. Decidimos sostener una guardia mínima de los pacientes, si bien las puertas están cerradas, y una guardia interna”, aseguro María Hortencia Cáceres, jefa de guardia del Hospital Bonaparte, en una entrevista en la radio Urbana Play.

Los trabajadores del hospital se manifestaron en las inmediaciones, en contra de su cierre:

“Escuchamos en un montón de lugares que somos 612 trabajadores para 40 camas, la realidad es que de esos 612 trabajadores solamente 312 son profesionales, y a su vez, de esos profesionales, no todos están en asistencia, tenemos un departamento de investigación, los otros 300 son administrativos y de mantenimiento, todo lo que sostiene el hospital”, sumó Cáceres.

Según ATE Nacional, en lo que va del año el Hospital brindó atención a más de 25 mil personas.

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“No podés cerrar un establecimiento sanitario de un día para el otro. El Bonaparte debe ser de los pocos que atienden salud mental y adicciones. No hay oferta pública. En un momento donde se han incrementado de manera dramática los niveles de pobreza y de adicciones suena descabellado cerrar ese establecimiento. El Bonaparte es de los pocos establecimientos que cumple con la normativa de salud mental”, dijo Adolfo Rubinstein, ex ministro de Salud durante el gobierno de Mauricio Macri (Cambiemos).

Por su parte, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) explico en su cuenta de X: “El Ministerio de Salud deberá dar explicaciones por el cierre del Hospital Bonaparte. El juzgado Criminal y Correccional 44 le exigió que en 24 hs entregue información sobre el cierre de sus servicios, qué plan tiene para las personas internadas y, si serán derivadas, a dónde”.

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Ley de salud mental

Promulgada en 2010 y reglamentada en 2013, fue debatida, pensada, reforzada y confirmada en el Código Civil de 2015.Cuenta con el apoyo de distintas organizaciones nacionales, regionales y mundiales, y cumple con los lineamientos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la OPS (Organización Panamericana de Salud).

Esta ley toma al paciente como sujeto de derecho y obliga al estado a mantener todos sus derechos civiles.Esto se materializa con la desmanicomialización.

El proyecto presentado por Milei (Ley Omnibus) hace oídos sordos a las demandas y necesidades de la comunidad de usuarios y profesionales, negando las conquistas de los últimos años y desconociendo e incumpliendo lisa y llanamente las exigencias internacionales y los compromisos asumidos por el país al respecto.   

Las modificaciones de Milei

Las reformas a la LSM estipuladas en la ley ómnibus (art. 618 – 625) se centran en el abordaje de las internaciones, las instituciones en que se realizan y los supuestos de procedencia de internaciones involuntarias. Flexibilizando las internaciones involuntarias, quitando significancia al consentimiento del usuario, judicializando y tutelando a las personas con padecimiento mental, restringiendo su autonomía  y quitando participación a los organismos de derechos humanos, asociaciones de usuarios y familiares, acompañantes terapéuticos y trabajadores sociales.

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¿Qué es la desmanicomialización?

En la actualidad, los manicomios son considerados “un deposito de seres humanos”, común a todas las instituciones totales, que al tiempo, entre otras cuestiones, padecimientos, diagramas, protocolos, diseños, metodologías, relaciones, etc., son eficaces en hacer persistir tal característica nefasta. 

Desmanicomializar no es: 

Cerrar el Hospital Público; no es dejar en la calle a las personas internadas; no es dejar a los trabajadores de la salud sin sus puestos de trabajo; no es privatizar la atención de la salud pública; no es sobre medicar; no es encerrar; no es segregar; no es ejercer violencia física, psíquica ni química; no es depositar a las personas; no es abandonar ni desamparar; no es judicial izar la internación.

Desmanicomializar es

Dignificar la atención de la salud mental; es transformar el vínculo entre el profesional y la persona internada; es implementar internaciones cortas en hospitales generales o centros de salud mental; es dignificar el trabajo de todos los trabajadores del hospital; es procurar la atención ambulatoria, domiciliaria; es recuperar los lazos familiares y sociales de los internados; es garantizar la vivienda (propia y/o familiar o a través de hogares sustitutos, casas de medio camino, cooperativas de viviendas u otras alternativas, etcétera); es garantizar el trabajo de los internados (mantenimiento de la relación laboral; creación de cooperativas, bolsas de trabajo, microemprendimientos y otros); es mejorar la utilización y distribución de los recursos económicos; es brindar más información, apoyo y contención a las familias; es convertir el “manicomio” en un hospital general con un área de salud mental; es buscar nuevas alternativas de tratamiento; es ejercer el derecho a consensuar un tratamiento adecuado.

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La desmanicomialización

El establecimiento de una red de atención no es una acción contra edificios y organismos, si no que involucra una concepción del proceso de enfermarse y del tipo de tratamientos que se efectúa para acompañar al sujeto en la disminución de su sufrimiento mental.La red de atención que vendría a “liquidar” al sistema y modelo actual de atención, asistencia de la salud mental y vigilancia ejercida por los manicomios, consta y necesitara de mas servicios ambulatorios, centro de crisis, salas de interacción en hospitales generales, comunidades terapéuticas, hospitales de día, albergues nocturnos, talleres terapéuticos, artísticos, etc., donde los pacientes son solo talleristas junto con sus coordinadores, alojamientos y casas de convivencia para ex pacientes (que son ahora ciudadanos, y recuperaron algo que nunca debieron perder)

El arte es una herramienta desmanicomializadora. 

El arte supone una forma fácil y cómoda de bucear en el interior de nuestra psique, sacar los conflictos al exterior y manejarlos de un modo indirecto, transformándolos de manera creativa.Por el arte, desde distintos saberes y experiencias, confluyen en una práctica transformadora de la salud mental hacia la desmanicomialización, lucha que hace junto a otros grupos dentro y fuera del hospital.Para nosotros desmanicomializar es desestructurar el sistema manicomial, hacia una nueva forma de atención de la salud mental.

Nos constituimos como un grupo para la realización de talleres de arte en el Hospital Neuropsiquiátrico de Melchor Romero. Consideramos al Arte como la herramienta privilegiada para el acceso de los sujetos a la construcción de su subjetividad que les permita alcanzar grados nuevos de libertad que han perdido por la prolongada internación.Tomamos desde una perspectiva desmanicomializadora aspiramos a terminar con el encierro opresivo al que son sometidos los sujetos internados con la sencilla excusa de proteger su bienestar.

C.A.E.R