El Covid-19 amenaza con caer preso en las cárceles del país
Los presos del pabellón 2 de la Unidad N°54 de Florencio Varela y otras del interior del país, decidieron que era hora ya, de amotinarse en protesta por sus condiciones de vida y por las no aplicación de medidas de cuidado extras, ante la posibilidad de contagio del coronavirus, en su contacto cotidiano con el personal guardicarcel.
Conociendo la posible respuesta, se prepararon para una represalia con gases y tiros de goma y se cubrieron con mantas y máscaras improvisadas, con trapos y remeras.
Para dar un marco real a su situación, subieron imágenes de las condiciones del penal, que muestran hacinamiento y una infraestructura destrozada en su totalidad. Los videos de la rebelión fueron transmitidos a los celulares de otros presos, en el complejo de cárceles de Florencio Varela y como es de esperar, con velocidad tecnológica, a otros miles de cel en todo el país.
La pandemia obligó al Servicio Penitenciario Bonarense y el Ministerio de Justicia de Julio Alak, a tomar medidas extremas, quecomunicó en las últimas semanas. Una de las más relevantes, porque implica casi con seguridad un límite que controla las conductas de los que allí viven, es la aceptación de la casi totalidad de los 45 mil presos, a renunciar a que sus familias los visiten. Esta medida fue acompañada por promesas de medidas sanitarias, acorde a los hechos que son de público conocimiento, o sea, barbijos, jabón y algo de limpieza.
En Santa Fe, esta tarde, se conoció el saldo de otro motín, allí en la cárcel de Coronda, un preso murió y otras cinco personas resultaron heridas, pero un recluso de la unidad 54, de nombre Juan, detalló en un video aspectos que explicaron la decisión del motín:
“Yo duermo con otros ocho chabones en una celda en la que tienen que entrar cuatro. Los penitenciarios no usan ni barbijo ni guantes. Reclamamos por la higiene y por la comida, las viandas no llegan o vienen a medio cocinar. Se cortaron las visitas, nuestras familias nos traían la comida. Somos más de 50 tipos y nos dieron 20 jabones para que nos salvemos del coronavirus”.
Finalmente, Juan hace referencia a la presencia de fiscales para entablar un dialogo que detenga esta ola de esta violencia, contenida y gestada durante tiempo. A su vez no pierde la oportunidad de reclamar, que se acerquen los medios a constatar la veracidad de su relato.
Hace un rato personal penitenciario de la nación aseguraron quelos presos deVarela, rompieron parte de las instalaciones, e hicieron barricadas que obstaculizaban el ingreso del personal, pero que el episodio ya terminó, sin heridos, tras una mediación con los directivos de la cárcel.
En la alcaidía de Batán En Mar del Plata se registraron incidentes, donde los internos agredieron al personal con objetos que lanzaban sin mayores miramientos y con intención de hacer ver y escuchar sus peticiones, hasta hoy ignoradas. Por parte de los guardias, solo obtuvieron el uso de la fuerza como respuesta. Mientras tanto, en Coronda y Las Flores, provincia de Santa Fe, los detenidos hicieron fogatas entre las rejas y saltaron en los techos.
Allí en el ala norte del penal, alrededor de 300 reclusos, emprendieron el lunes pasado, una revuelta dirigida expresamente al poder judicial y autoridades del gobierno provincial,para que les mejoren las condiciones de vida. A su vez intimaron al personal guardiacárcel, a implementar medidas sanitarias contra el Covid-19. Los presos los acusan de no cumplir con la cuarentena, ya que muchos de ellos que volvieron de vacaciones en el exterior y de no acomodar los turnos de trabajo para acatar esta exigencia.
Uno de los presos grabó video a cara tapada y que bien puede resumir de que estamos hablando: “Estamos teniendo inconvenientes sobre la pandemia en la unidad 1, sabiendo que se han tomado medidas por el coronavirus. Estamos de acuerdo pero la autoridad no está cumpliendo con la cuarentena. Se hacen cambios de guardia por semana con 2.150 efectivos y no están tomando precaución con los maestros, enfermos y otros. No están usando guantes ni barbijos ni cumplen con artículos de limpieza. No nos dejan pasar alimentos y la comida de acá es incomible. La cárcel está sobrepoblada y la mitad está para tener el beneficio de salidas transitorias y libertad condicional. La unidad no cumple con su trabajo. Queremos que los medios, los jueces y los organismos de derechos humanos vengan a ver esto”, aseguró el interno
Las salidas transitorias fueron suspendidas y descompriman el hacinamiento, el que ahora inevitablemente se siente todos los días, a cada hora, que se pasa en ese encierro.
Los internos advirtieron que si no hay cambios seguirán peleando por el cambio de medidas, ya que siente solo exigen lo que la ley les otorga.Los mismos aseguran que se los está aislando y piensan que es la antesala a su abandono y descarte, lo que según ellos aplicaría legalmente, el cargo de abandono de persona.
Los techos de la cárcel mostraron otras cosas: fuego y agitación.
Las autoridades competentes aseguraron a medios periodísticos, que se aplica un protocolo de higiene con el rociado de uniformes en el ingreso a las unidades y de medición de fiebre con una pistola termómetro infrarrojo. También que las medidas preventivas si rigen en las unidades. Dado que por ahora están suspendidas las visitas, paquetes destinados a los internos que en general contienen alimentos y artículos de limpieza, van a llegar a partir de este miércoles hasta el viernes, ajustados a un cronograma por unidad que acaba de entrar en vigencia.
Marcelo Sain, ministro de seguridad provincial, viajaba a Coronda a fines de la tardepara asesorar en la implementación de un blindaje al perímetro exterior de la cárcel. Sain encabezó la situación junto a las TOE, las Tropas de Operaciones Especiales de la Policía santafesina y otros grupos especiales. Luego se dirigió alpenal de Las Flores, donde las negociaciones de los grupos tácticos, con los presos para pacificar la situación, duraron hasta las 3 de la mañana.
Una situación delicada y los presos lo entienden: nadie entra, nadie tose, nadie contagia