Chile no levanta cabeza y se hunde en las eliminatorias
El 2024 será recordado en Chile no solo por la política o la economía, sino también por una jornada negra en lo deportivo. Una tarde de septiembre en Ñuñoa, la selección chilena vivió uno de los momentos más bochornosos de su historia reciente al caer 1-2 contra Bolivia, en un partido correspondiente a las Eliminatorias para el Mundial. Este resultado no solo fue inesperado, sino que dejó una marca profunda en la hinchada chilena, que asistió al Estadio Nacional con la esperanza de ver a su equipo redimirse tras una serie de fracasos.
Chile llegaba al encuentro con la obligación de ganar. La presión era altísima, después de una pésima racha de siete partidos oficiales sin anotar y el peor arranque en la historia de las Clasificatorias. La Verde, considerada una de las selecciones más débiles del continente, parecía el rival ideal para que la Roja pudiera reinsertarse en la lucha por un lugar en el Mundial. Además, Bolivia no ganaba de visitante en Eliminatorias desde hacía 31 años, lo que hacía aún más inesperado el desenlace del partido.
Ricardo Gareca, entrenador de Chile, optó por cambiar su esquema habitual, buscando un enfoque más ofensivo con un 4-1-3-2, que incluía dos delanteros y laterales más sueltos en ataque. Sin embargo, desde el inicio, Bolivia mostró una estrategia clara: hacer tiempo y aprovechar los espacios que dejaba la defensa chilena. Y así fue. A los 13 minutos, Carmelo Algarañaz abrió el marcador tras un pase de Roberto Fernández, explotando la espalda del lateral Mauricio Isla. Los nervios se apoderaron del equipo chileno, que comenzó a mostrar signos de bloqueo mental y físico.
El empate de Eduardo Vargas, en el minuto 39, fue un golpe de suerte. El arquero boliviano, Carlos Lampe, se resbaló, dejando el balón en bandeja para que Vargas solo tuviera que empujarlo al fondo de la red. A pesar del empate, la actitud del equipo chileno seguía siendo alarmantemente apática. La falta de ideas claras y la escasa contundencia en el ataque eran evidentes.
El segundo tiempo no trajo sorpresas. Bolivia volvió a tomar ventaja en el marcador antes del descanso, con un gol de Miguel Terceros tras una jugada similar a la del primer gol: un pase atrás de Fernández que desnudó la fragilidad defensiva chilena. A partir de ahí, la Roja no encontró respuestas. Gareca intentó cambiar el rumbo del partido sacando a Ben Brereton, una de las figuras más importantes del equipo, para dar entrada a Vicente Pizarro, un movimiento que no fue bien recibido por la afición presente en el estadio.
El punto más álgido de frustración llegó en el minuto 82, cuando el árbitro sancionó un penal a favor de Chile por una supuesta mano de Medina. Sin embargo, tras revisar el VAR, el penal fue anulado, ya que el balón había impactado en el rostro del defensor boliviano. Ese momento resumió el partido: un Chile sin alma, sin capacidad de reacción, y al que nada le salía bien.
El resultado final de 1-2 dejó a Chile al borde de la eliminación y generó un clima de desazón en la hinchada y el cuerpo técnico. La falta de carácter, sumada a una pésima lectura del juego por parte de Gareca, dejó al equipo chileno sin respuestas en un partido que, en teoría, debía ser accesible. Bolivia, por su parte, ejecutó su plan a la perfección, aprovechando las falencias de un equipo chileno que parece haber perdido el rumbo.
Con este resultado, la clasificación al Mundial se torna aún más difícil para Chile, que deberá buscar milagros en los próximos encuentros si quiere mantener viva la esperanza. Sin embargo, con un equipo que carece de fútbol, actitud y corazón, la fe en una posible remontada se diluye cada vez más.
Ficha técnica del partido:
Chile: G. Arias; M. Isla, M. Catalán, P. Díaz, G. Suazo; E. Pulgar; D. Osorio (60′, G. Tapia), C. Palacios, V. Dávila (60′, J. Meneses); E. Vargas y B. Brereton (34′, V. Pizarro). DT: R. Gareca.
Bolivia: C. Lampe (45′, G. Viscarra); D. Medina, L. Haquín, M. Suárez, J. Sagredo; M. Terceros (68′, Y. Rocha), R. Matheus (90′+3′, V. Cuellar), E. Vaca, G. Villamil, R. Fernández; y C. Algarañaz. DT: O. Villegas.
Goles: 0-1, 13′, Algarañaz, tras pase de Fernández; 1-1, 39′, Vargas, aprovecha error de Lampe; 1-2, 45′+1′, Terceros, define tras centro de Fernández.
Árbitro: J. Benítez (PAR). Amonestaciones: Díaz, Pulgar, Catalán, Suazo (CHI); Matheus, Suárez, Fernández (BOL).
Estadio Nacional. Asistencia: aproximadamente 23,000 espectadores.