FERNANDO “PUMA” MARTÍNEZ vs JESSE “BAM” RODRÍGUEZ – UNIFICACION- 4 CINTURONES MUNDIALES
Fernando Martínez continúa siendo el único campeón mundial regular de Argentina en la actualidad.
El próximo 22 de noviembre en Riad, Arabia Saudita, el mundo será testigo de un combate que quedará grabado en la historia del boxeo. Fernando “Puma” Martínez, campeón mundial y orgullo argentino, buscará la gloria máxima enfrentando a Iván “BAM” Rodríguez, en una guerra por los cuatro cinturones mundiales de la categoría súper mosca.
No es solo una pelea. Es la oportunidad de que Argentina grite campeón absoluto y entre en la élite eterna del deporte. Un escenario imponente, una audiencia global y una cita con el destino.
4 títulos en juego
Fernando “Puma” Martínez (18-0, 9 KO) vs Jesse “Bam” Rodríguez
(22-0, 15 KO)
Mundial WBA
Mundial WBC
Mundial WBO
Ring Super Mosca
- 115 libras, Categoría Súper Mosca
- 22 de Noviembre
- Riad, Arabia Saudita

Con un récord invicto de 18 victorias (9 por nocaut), Fernando Martínez continúa siendo el único campeón mundial regular de Argentina en la actualidad. Su camino en el boxeo profesional ha estado marcado por triunfos notables, como su victoria inicial por el título de la FIB en 2022 contra el filipino Jerwin Ancajas en Las Vegas, y su memorable nocaut sobre Jade Bornea en 2023. En julio de 2024, Martínez conquistó el cinturón de la AMB al vencer al mismo Ioka en el Kokugikan Arena. En mayo de 2025 en Tokio retuvo el título de la categoría supermosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Fernando “Puma” Martínez
Fernando Martínez es el único campeón mundial en vigencia con el que cuenta el boxeo argentino, preparado física, técnica y tácticamente por Rodrigo Calabrese; representado por Chino Maidana Promotions. Martinez, posee el cinturón supermosca de la Federación Internacional de Boxeo, con dos defensas exitosas. Está invicto a nivel profesional, con 16 victorias y 9 finalizaciones por nocaut.
Rodrigo descubrió a Fernando cuando tenía 14 años, y se hizo fanático suyo. Lo siguió a todos los lugares en los que compitió, y siempre le brindó su apoyo porque veía en él algo especial. El Puma necesitaba dinero para pagarse un estudio que le permitiera participar de un torneo en Rusia y fue Calabrese quien se lo prestó, antes de que la vida los ponga en lugares diferentes para que el destino los vuelva a encontrar.
Para cumplir con algunos proyectos, Rodrigo vivió un tiempo en Córdoba. A su regreso, sin nada de dinero, se reencontró con Martínez para que le devuelva aquel pago por el estudio. Para aquel entonces, con unos 20 años, el boxeador no tenía técnico y por eso comenzaron a trabajar juntos, porque ambos sabían que iban a llegar altísimo de la mano del otro.
El papá de Fernando Martínez estaba muy feliz de que fuera Rodrigo Calabrese el entrenador de su hijo. Estaba seguro de que iba a ser campeón mundial. Un día se acercó al técnico y le pidió que por nada del mundo deje solo a su muchacho, que lo acompañe siempre y que todo siga así. Una semana después de eso, el padre del Puma falleció.
Tras la partida de su padre, Fernando atravesó una profunda tristeza que pudo haberlo alejado de su carrera deportiva. Fue entonces cuando Calabrese intervino, guiándolo y alejándolo de todas las distracciones que podrían desviar a un atleta: fiestas, excesos y todo aquello incompatible con un camino hacia la élite. Gracias a esa disciplina y al acompañamiento constante, Fernando logró recuperar el enfoque y la constancia necesarios, hasta convertirse en el número uno, demostrando que la combinación de talento, esfuerzo y guía adecuada puede transformar incluso la adversidad más difícil en éxito.”
Muchas veces tuvieron necesidades básicas, pero Rodrigo consiguió que un amigo suyo le dé el almuerzo a Fernando a cambio de publicidad, y que un supermercado le brinde mercadería para cocinar la cena, y así cumplía con las comidas correspondientes. De esta manera Fernando lograba dedicarse al 100% a sus entrenamientos.
Cuando todo lo malo pasó y pudieron enfocarse en el boxeo, solos y en silencio fueron a pelear a Sudáfrica. Como el chiste lo indica, si ahí noqueás al local, te dan empate. El Puma ganó por paliza y logró su lugar entre los grandes nombres. Al poco tiempo entraron en contacto con Chino Maidana Promotions, Fernando Martínez empezó a ganar otro dinero con el que vio que todo su esfuerzo valió la pena. Ahora también le da pelea a la vida, pero con otros recursos.
Es importante recordar que es el único campeón mundial en vigencia con el que cuenta el pugilismo argentino, y su preparación se realizó 100% a nivel nacional. Ejemplo de sacrificio humano y deportivo, de aprendizaje y superación constante, especialmente para quienes atraviesan situaciones complejas de salud o trabajo. Los especialistas de relevancia mundial lo consideran como el ser humano que acarrea a nuestro boxeo para mantenerlo todavía en el primerísimo primer nivel.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/PRSUXDG7BZGHDJB6Y3JRGXE6N4.jpg)
Quién es el Puma Martinez?
Sufrió carencias, la muerte de su padre lo marcó y logró un título icónico para el boxeo argentino: la historia de superación del Puma Martínez
Fernando se convirtió en leyenda, a la altura de Pascual Pérez, Horacio Accavallo, Nicolino Locche y el propio Monzón. Unificó los títulos supermosca (WBA y FIB) al superar con contundencia al local japonés y tetracampeón, Kazuto Ioka. De sufrir desalojos en los conventillos de La Boca a campeón mundial de la vida
Los primeros pasos no fueron sencillos. De familia numerosa, no faltaba el pan pero todo costaba el doble. “Estuvimos 14 años en un lugar muy humilde, donde se luchó siempre. Mi viejo nunca nos hizo faltar el plato de comida, pero los lujos de una zapatilla nueva no nos podían dar. Unas Nike ni en pedo, olvidate. Pero lo que nos enseñó fue a valorar todo, a valorar mucho las cosas o lo poquito. Lo lindo es la familia y el estar siempre unidos, estar siempre todos juntos. Todo lo que hago es por ellos. La familia es la que me da fuerzas. Venimos de muy abajo, somos muy humildes y quiero darle lo que uno pueda y más todavía
Como ocurrió en el ring del mítico Ryogoku Kokugikan de Tokio, Fer se quiebra al hablar de su infancia, pero al mismo tiempo esa mezcla de ternura y sencillez, le suma la convicción y seguridad que seguramente le dio cada obstáculo que tuvo que superar en su niñez junto a once hermanos y también demuestra en el cuadrilátero. A los golpes, porque en su vida nada le fue fácil. El Puma nació en La Boca y vivió gran parte de su vida en un conventillo, donde tuvo que sufrir varios desalojos. De hecho, allí sigue viviendo su mamá Silvia, a quien le prometió comprarle una casa y no descansará hasta cumplirlo. Él sabe que está cerca, por eso no va a claudicar en su intento de brindarle una vida mejor a sus seres queridos. Ahora, todo estará más cerca, sin ninguna duda.
“A los chicos que arrancan o están arrancando les digo que que sigan su sueño. Yo fui humilde somos 12 hermanos, mi viejo hacía lo imposible para que no nos faltara el plato de comida, para que yo no faltara al entrenamiento. Pasan muchas cosas a veces… Fallece mi viejo y quería dejar todo… Bueno, me ayudaron y seguí, es perseverar y seguir en ese camino, no aflojar porque la vida es dura, los caminos son duros. A veces te dan ganas de dejar todo porque es un sacrificio y un deporte muy duro, uno de los más duros de todos los deportes, pero hay que seguir y luchar por sus sueños que todo se cumple, como hoy en día. Yo era un pibito de barrio y gracias a Dios hoy soy un campeón del mundo, y voy a ayudar a mi familia”.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/SEBNNE3BKZBZHFW2AEGJXNWJYQ.jpg)
“Yo nací acá en La Boca y vivíamos en un conventillo. Mi vieja todavía sigue viviendo ahí. Estuvimos 14 años en un lugar muy humilde donde se luchó siempre. Mi viejo nunca nos hizo faltar el plato de comida, pero los lujos de una zapatilla nueva no nos podían dar. Unas Nike ni en pedo, olvidate. Pero lo que nos enseñó fue a valorar todo, a valorar mucho las cosas o lo poquito. Lo lindo es la familia y el estar siempre unidos, estar siempre todos juntos. Todo lo que hago es por ellos. La familia es la que me da fuerzas. Venimos de muy abajo, somos muy humildes y quiero darle lo que uno pueda y más todavía. Yo quiero y todavía sueño con comprarle la casa a mi vieja, que esté bien y no pase necesidades. Lucho por eso siempre. Pienso en eso, en que la tengo que sacar adelante y lo voy a hacer. Se vienen estas grandes peleas y yo la voy a dejar a mi mamá bien alto, junto con todos mis hermanos“

